MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Las tensiones empezaron el domingo cuando un grupo de manifestantes irrumpieron violentamente en Chloraka y dañaron numerosas viviendas y tiendas de migrantes. En respuesta, cerca de 300 residentes sirios realizaron el lunes una protesta pacífica por los ataques, que tildaron de "racialmente" motivados.
La Policía tuvo que lanzar gases lacrimógenos y dispersar a la multitud en un intento por detener la escalada de la violencia, si bien los enfrentamientos obligaron a la ministra de Justicia chipriota, Anna Procopiou, a pronunciarse al respecto, ha recogido el diario 'Cyprus Mail'.
El aumento de las tensiones por segunda noche consecutiva ha obligado al presidente Christodoulidis a convocar una reunión de urgencia de su Consejo de Ministros este martes, tras la que ha subrayado que "la violencia no resuelve ningún problema".