WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca dijo el miércoles que cuenta con nueva información de espionaje que muestra que el presidente ruso Vladímir Putin y el mandatario norcoreano Kim Jong Un han intercambiado cartas, en momentos en que Rusia recurre a Corea del Norte para conseguir municiones para la guerra en Ucrania.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby detalló los más recientes hallazgos apenas semanas después de que la Casa Blanca dijera que había llegado a la conclusión de que el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigu presentó una solicitud a funcionarios norcoreanos para incrementar la venta de municiones a Moscú durante una reciente visita a Pyongyang.
Kirby dijo que Rusia busca proyectiles de artillería y demás material básico para reforzar su base industrial de defensa.
Añadió que las cartas fueron “más bien a nivel superficial”, pero que las conversaciones entre Rusia y Corea del Norte en cuanto a la venta de armas iban avanzando. Los gobernantes intercambiaron las misivas después de la visita de Shoigu, señaló.
“Después de la visita de Shoigu, otro grupo de funcionarios rusos viajó a Pyongyang para discusiones de seguimiento sobre posibles acuerdos de armas entre la República Popular Democrática de Corea y Rusia”, dijo Kirby.
Kirby se negó a detallar cómo fue que las autoridades estadounidenses recolectaron la información.
Poco antes de que la Casa Blanca diera a conocer esta nueva información sobre las negociaciones armamentistas entre Corea del Norte y Rusia, Pyongyang lanzó un misil balístico hacia sus costas orientales, según las fuerzas armadas de Corea del Sur. El lanzamiento de prueba se produjo horas después de que Estados Unidos envió un nuevo bombardero de largo alcance a la Península de Corea, en un despliegue de fuerza.
El gobierno de Estados Unidos ha dicho reiteradamente que el Kremlin se ha vuelto más dependiente de Corea del Norte, así como de Irán, para obtener las armas que necesita para librar su guerra contra Ucrania. Pyongyang y Teherán se encuentran aislados en buena medida en el plano internacional por sus programas nucleares y sus antecedentes en materia de derechos humanos.
En marzo, la Casa Blanca dijo que la información de inteligencia recopilada revelaba que Rusia buscaba un acuerdo para intercambiar alimentos por armas con Corea del Norte, en el que Moscú proveería a Pyongyang de alimentos y materias primas a cambio de municiones.
A fines del año pasado, la Casa Blanca dijo que había determinado que la empresa militar privada Grupo Wagner había recibido armas de Corea del Norte para reforzar a sus efectivos que combatían en Ucrania por cuenta de Rusia.
Tanto Corea del Norte como Rusia han rechazado las denuncias previas de Estados Unidos sobre armas. Sin embargo, Corea del Norte ha tomado partido por Rusia en la guerra en Ucrania porque la “política hegemónica” de Occidente encabezada por Washington ha obligado a Moscú a tomar medidas militares para proteger su seguridad.
El miércoles en la sede de Naciones Unidas, Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur y Japón instaron a Corea del Norte a suspender las negociaciones de armas con Rusia.
Cualquier acuerdo de armas entre Rusia y Corea del Norte violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU — las cuales respaldó Rusia — que prohíben a todas las naciones comprar u obtener cualquier armamento de Pyongyang, indicaron los cuatro países en un comunicado conjunto.
“Es el mensaje erróneo para los aspirantes a proliferadores de que si venden armas a Rusia, Rusia incluso les permitirá aspirar a tener armas nucleares”, según el comunicado que leyó la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien estuvo acompañada por diplomáticos de los otros tres países.
El presidente Donald Trump intercambió cartas con Kim durante su gobierno en un intento infructuoso de alentar al mandatario norcoreano a dejar de lado su programa de armas nucleares.
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La periodista de The Associated Press Edith M. Lederer, en Naciones Unidas, contribuyó a este despacho.