BOGOTÁ (AP) — Negociadores del gobierno de Colombia y de disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se reunieron por primera vez el jueves en el sur del país, en lo que supone la antesala de un eventual inicio de diálogos de paz.
Durante tres días, las delegaciones del gobierno colombiano y de la disidencia Estado Mayor Central tienen previsto preparar una agenda de negociaciones y la documentación para un posible cese del fuego.
El defensor de derechos humanos y jefe de la delegación del gobierno, Camilo González Posso, confirmó el jueves “la primera reunión conjunta” y que uno de sus principales propósitos es “definir la ruta hacia la instalación de la mesa de diálogo de paz”.
Los encuentros se prolongarán hasta el sábado en el entorno del municipio de Suárez, en el departamento del Cauca, al suroccidente colombiano.
El pasado 7 de julio, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, adscrita al gobierno colombiano, y esta disidencia de la guerrilla de las FARC anunciaron la instalación de las negociaciones con miras a desarticular esta organización ilegal surgida después de la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y la antigua organización insurgente en noviembre de 2016.
De acuerdo con las autoridades, la disidencia de las FARC Estado Mayor Central tiene alrededor de 3.000 integrantes, que operan en el suroccidente y el suroriente colombiano y en la frontera con Venezuela. Sin embargo, existen otros grupos disidentes del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016, entre ellos La Segunda Marquetalia, liderada por el exjefe negociador de las Farc Luciano Marín, alias Iván Márquez.
Sobre la documentación preparatoria de un posible cese al fuego, González Posso explicó en el medio digital Hoy-Noticias que se estudiarán los protocolos de monitoreo y verificación de la suspensión de la acción armada, así como la agenda de temas que se negociarían entre las dos delegaciones.
Según el jefe de la delegación oficial, la sesión de instalación formal de los diálogos se realizaría en una fecha por definir.
“Creo que es una noticia positiva que indica que hay voluntades que se están combinando para desescalar violencias y hacer posible un nuevo camino para la paz”, afirmó el defensor de derechos humanos.
Andrey Avendaño, uno de los delegados de la disidencia del Estado Mayor Central, aseguró en una conferencia de prensa la víspera, difundida en vídeo por el periódico El Tiempo, que es necesario pactar un cese del fuego bilateral cuanto antes. “No tiene lógica que mientras que unos conversamos, otros en la selva estamos enfrentados”, afirmó el disidente de la antigua guerrilla.
“Siempre hemos sido enfáticos en decir que antes de cualquier escenario de diálogos, debe haber un cese del fuego”, subrayó Avendaño.
Mientras el gobierno colombiano insiste en los beneficios de estas negociaciones de paz, algunos sectores políticos en el país cuestionan que se avance en conversaciones con este grupo armado ilegal dado que sus integrantes renunciaron a un acuerdo de paz que ya se firmó con las FARC en noviembre de 2016 y al que se acogió la mayoría de esta antigua organización insurgente.