GOMA, Congo (AP) — Un enfrentamiento entre las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo y miembros de una secta religiosa que protestaban contra la presencia de organizaciones occidentales dejó al menos 26 personas muertas, dijo un funcionario local el jueves.
Los hechos de violencia estallaron el miércoles en la mañana en la ciudad oriental de Goma, donde seguidores de la secta Wazalendo se habían reunido para realizar una protesta —la cual había sido prohibida por el alcalde de la ciudad— contra la misión de paz de la ONU y otras organizaciones internacionales, a las que acusan de ejercer un poder tipo colonialista.
Los manifestantes acusaron al ejército de disparar balas de manera indiscriminada contra los manifestantes, en tanto que los militares señalaron en un comunicado que los inconformes habían lapidado a un policía. El ejército también dijo que 160 personas fueron arrestadas.
Placide Nzilamba, vicepresidente de la sociedad civil en la región de Kivu del Norte, donde se desarrolló el conflicto, dijo el jueves que una investigación preliminar indicó que 26 civiles fueron abatidos y al menos 50 resultaron heridos en el enfrentamiento. Reporteros de The Associated Press atestiguaron que el cercano hospital de Ndosho, en Goma, se saturó de pacientes lesionados.
El alcalde de Goma, Faustin Napenda Kapend, había prohibido la protesta el 23 de agosto, poco después de que fuese anunciada. Las fuerzas de seguridad y defensa congoleñas se habían concentrado en antelación en las principales intersecciones cuando estallaron los hechos de violencia alrededor de las 4 de la madrugada del miércoles.
La secta es encabezada por el dirigente religioso Ephraim Bismwa, quien se opone a las organizaciones occidentales que operan en la zona, incluida la fuerza de paz de la ONU en el país, conocida como MONUSCO, cuya misión está en proceso de finalizar para finales de año.
Las misiones de paz de la ONU empezaron a operar en la República Democrática del Congo en 1999. Tres décadas de conflicto en la región nororiental han causado el desplazamiento de más de seis millones de personas, según las Naciones Unidas, y la crisis se intensificó desde 2021.
Los detractores dicen que la misión, que fue objeto de protestas en las que hubo muertos en julio de 2022, ha hecho poco para proteger a los civiles frente a diversos conflictos en el este del país.
