MIAMI (AP) — El panorama económico de Latinoamérica no luce alentador para la CEPAL y una vez más la región se encamina a una “década perdida”.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe aseguró el martes que las perspectivas son complejas y prevé que al menos en los próximos dos años continúe el bajo crecimiento regional, siguiendo el mismo camino que gran parte de las economías más avanzadas del mundo.
El Producto Interno Bruto crecería en la región un 1,7% en 2023 y aún menos en 2024, 1,5%, de acuerdo con las proyecciones de crecimiento económico de la CEPAL que aparecen en un nuevo informe revelado en una rueda de prensa realizada en la sede de la organización en Santiago, Chile, y transmitida de manera virtual por las redes sociales.
El Banco Mundial, otro de los organismos que realiza previsiones, estimó en abril que la economía regional crecerá un 1,4% este año, bajando así la estimación de 1,7% que había hecho a comienzos de 2023.
Si se analizan los 10 años comprendidos desde 2014 y 2023 el promedio de crecimiento sería incluso menor al 2% registrado durante la llamada crisis de los años 80, un período al que se conoce como la primera década perdida en la región.
“Con esta enfermedad de bajo crecimiento… va a ser muy difícil reducir pobreza, la informalidad, desigualdad y también crear empleo de calidad”, expresó el secretario ejecutivo del organismo regional, José Manuel Salazar-Xirinachs, al dar a conocer las perspectivas regionales. “Hay muchas cosas que están en riesgo: podemos perder la paz social, podemos tener sociedades cada vez más desiguales y más violentes, vamos a tener más millones de personas migrando”, advirtió.
Las perspectivas fueron dadas a conocer en momentos en que América Latina enfrenta un escenario complicado, tanto hacia adentro como en el contexto internacional, con una elevada inflación, altas tasas de interés, abultada deuda pública, caída de la inversión y crecientes demandas y malestar social.
A nivel internacional persisten la incertidumbre financiera y la desaceleración del crecimiento y el comercio. Para 2023 y 2024 se prevé que el PBI mundial crezca un 3%, menos que el 3,5% de 2022.
Las perspectivas aparecen en el nuevo "Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2023. El financiamiento de una transición sostenible: inversión para crecer y enfrentar el cambio climático", de 302 páginas que difundió la CEPAL el martes.
Aunque la desaceleración persiste, el crecimiento del 1,7% regional previsto para 2023 representa una revisión al alza con respecto al 1,2% que había pronosticado la CEPAL en abril. La razón: un mejor desempeño económico que el que se esperaba en las economías de México y Brasil, las dos más grandes de Latinoamérica.
Los pronósticos de crecimiento representan una desaceleración para todas las subregiones cuando se las compara con 2022: América del Sur crecería un 1,2% en 2023 y lo mismo en 2024 comparado con el 3,7% de 2022; Centroamérica y México un 3% en 2023 y un 2,1% en 2024 (3,4% en 2022); y el Caribe, sin incluir a Guyana, un 4,2% este año y 2,8% en 2024 (6,3% en 2022).
El mejor desempeño de Latinoamérica lo tendrá Panamá, con un crecimiento estimado de su PIB de 5,1% en 2023. Uruguay, que enfrenta una severa sequía, será el país con menor crecimiento, 1%. Del otro lado de la tabla aparecen Argentina, con una caída del 3%, y Chile, con una baja de 0,3%.
En Brasil el crecimiento económico previsto es de 2,5%, en Colombia de 1,2% y en México de 2,9%.
Entre los países caribeños, Haití también tendrá un decrecimiento de su PIB del 0,7%; mientras que Guyana —alentada por su petróleo— crecerá un 25,1%, Antigua y Barbuda un 9,5% y Jamaica un 5,3%. El crecimiento de Cuba será de 1,8%, de acuerdo con las previsiones de la organización regional.
El impacto se sentirá en varios sectores, incluido el empleo.
“Las perspectivas no son muy optimistas para los mercados laborales de América Latina y el Caribe”, dijo la CEPAL en su informe. Explicó que la cantidad de desocupados en la región podría aumentar un 1,9% en 2023 y un 1,1% en 2024, lo que representa una importante desaceleración con respecto al crecimiento del 5,4% de 2022.
La CEPAL prevé que tasa de desocupación regional, en tanto, sea del 6,8% en 2023 y del 7,1% el año próximo. En 2022 fue del 7%.
“Existe preocupación por la calidad del empleo en la región”, indicó la organización, tras explicar que un contexto de bajo crecimiento hace que “los trabajadores se vuelvan más vulnerables, tengan menores niveles de protección social y se empleen en sectores cada vez menos productivos”.
Esto, a su vez, llevaría a una reducción del salario promedio y a un aumento de la pobreza y la desigualdad en la región, indicó la CEPAL en su informe.