ROMA, 6 (EUROPA PRESS)
"Pensando en las extensiones ilimitadas y silenciosas de Mongolia, dejémonos estimular por la necesidad de ampliar los confines de nuestra mirada, por favor: ampliar los confines, mirar amplio y alto, mirar y no caer prisioneros de las pequeñeces, ampliar los confines de nuestra mirada, para poder ver el bien que existe en los demás y poder ampliar nuestros horizontes y también dilatar el propio corazón para entender, para estar cerca de cada persona y cada civilización", ha propuesto el Pontífice.
Asimismo, ha afirmado que le vino bien encontrar al pueblo mongol, "que custodia las raíces y las tradiciones, respeta a los ancianos y vive en armonía con el ambiente". "Estuve en el corazón de Asia y me hizo bien. Hace bien entrar en diálogo con ese gran continente, acoger los mensajes, conocer la sabiduría, la forma de mirar las cosas, de abrazar el tiempo y el espacio", ha añadido.
El Papa ha explicado la razón de su elección de ir tan lejos para encontrarse con un "rebaño" tan "pequeño". "Porque es precisamente ahí, lejos de los focos, que a menudo se encuentran los signos de la presencia de Dios", ha señalado. Además, ha puesto de relieve que en Mongolia se ha encontrado "con una Iglesia humilde, pero gozosa, que está en el corazón de Dios".