CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Después de denunciar por agresión sexual al presidente de la federación española de fútbol la delantera Jenni Hermoso desembarcó el jueves en México para reincorporarse al Pachuca de la Liga MX femenina.
Hermoso arribó en la madrugada procedente de Madrid y se trasladó a Pachuca, ciudad localizada a unos 90 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México, para comenzar a entrenar con las Tuzas, que disputan el torneo Apertura mexicano.
Luis Rubiales, el presidente de la federación española, se encuentra suspendido de su cargo por besar a Hermoso sin consentimiento durante la ceremonia de premiación, luego que España derrotó a Inglaterra para coronarse campeonas mundiales el 20 de agosto en Sydney.
Hermoso no ha realizado declaraciones presenciales a los medios de comunicación desde entonces y mantendrá esa postura en México, al menos por ahora.
“Por el momento, nuestra jugadora no tendrá apariciones ante los medios de comunicación, ya que estará enfocada al 100% en retomar sus actividades y en volver a la normalidad en su día a día”, dijo el club en un comunicado. “Agradecemos su compresión y el respeto a su privacidad”.
Pachuca tiene programado un partido el domingo ante Pumas por la décima fecha del torneo Apertura. Todavía es incierto si Hermoso podrá ser incluida con las Tuzas en ese encuentro.
“Jenni Hermoso cuenta con todo el respaldo institucional, emocional y personal del club de fútbol Pachuca para continuar sus actividades de la mejor manera con las Tuzas”, agregó el comunicado.
Además del Pachuca, la cuenta oficial de la Liga MX femenina le dio la bienvenida a México a la campeona del mundo, lo mismo que otros equipos de esa división.
Sin Hermoso, las Tuzas marchan en la décima posición entre 18 equipos de la primera división.
En su primer torneo en México, la española sólo pudo marcar un gol en siete partidos, pero en el segundo concretó 18 tantos en 20 encuentros y fue pieza clave para ayudar al equipo a conseguir el subcampeonato.
En el pasado Mundial, Hermoso agregó un título más a una brillante carrera que ya incluía siete títulos de liga en España, además de cinco Supercopas y cinco trofeos Pichichi como máxima anotadora.
Luego de besar a Hermoso, Rubiales se defendió alegando que había sido consensuado y se negó a renunciar a su cargo. La denuncia de Hermoso ante la fiscalía de España podría derivar en un proceso penal.
“Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista y sin ningún tipo de consentimiento de mi parte”, dijo Hermoso en un comunicado en su cuenta de X, la red social anteriormente conocida como Twitter. “Sencillamente no fui respetada”.
