MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
"La situación en el norte de Etiopía, que se ha caracterizado por actividades que amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad de Etiopía y de la región del Cuerno de África, sigue planteando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos (...) He determinado que es necesario continuar con la emergencia nacional", ha declarado Biden, según un comunicado de la Casa Blanca.
El Gobierno etíope declaró a principios de agosto el estado de emergencia en Amhara en respuesta a meses de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las milicias Fano, que colaboró con los efectivos de Amhara durante la guerra entre 2020 y 2022 contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF).
La decisión de disolver las fuerzas especiales regionales --incluidas las de Amhara, especialmente poderosas-- en el marco del proceso de paz con el TPLF provocó importantes tensiones, en el marco de las cuales fueron asesinados varios políticos, entre ellos el líder del gubernamental Partido de la Prosperidad en la región, Girma Yeshitila.
Las milicias Fano estuvieron posicionadas del lado de las fuerzas especiales de Amhara en la guerra contra el TPLF y han participado además en operaciones contra el grupo rebelde Ejército de Liberación de Oromía (OLA). La decisión del Gobierno de disolver a estas fuerzas especiales llevó a muchos de sus miembros a unirse a estas milicias y a protagonizar ataques contra el Ejército.
Estas milicias tomaron el 2 de agosto el aeropuerto de la ciudad de Lalibela, tras lo que se hicieron con el control de otras localidades. Sin embargo, el Ejército de Etiopía afirmó el 8 de agosto que había recuperado las ciudades de Lalibela, Gondar y Bahir Dar, poniendo fin a los principales combates.