MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Según la investigación, estas desigualdades son "sustanciales" y han sido una faceta pasada por alto de la equidad en la salud materna. Hasta ahora, había pocos estudios sobre las disparidades raciales y étnicas en la diabetes de tipo 2 tras la diabetes gestacional (DMG). Los resultados se publican en la revista 'Obstetrics & Gynecology'.
"Muy pocos estudios han examinado los determinantes prenatales, sociales o estructurales de la diabetes tipo 2 tras la DMG", afirma Janevic. "Nuestro estudio tiene varios puntos fuertes. Es el mayor estudio de cohortes realizado hasta la fecha sobre las disparidades raciales y étnicas tras la DMG, lo que nos permite explorar las posibles vías de estas disparidades", ha añadido.
La diabetes gestacional se diagnostica en aproximadamente el 8 por ciento de las embarazadas de Estados Unidos y afecta especialmente a las comunidades negras desatendidas. Los investigadores utilizaron tanto los registros de nacimientos como los hospitalarios para definir la cohorte de DMG y establecer covariables, un enfoque de gran validez.
Utilizando los datos hospitalarios y de nacimientos de la ciudad de Nueva York de 2009-2011 y los datos del Registro A1c de la ciudad de Nueva York de 2009-2017, los investigadores clasificaron la diabetes tipo 2 como dos resultados de la prueba de hemoglobina A1c iguales o superiores al 6,5 por ciento. También estimaron las asociaciones entre raza y etnia y la incidencia de diabetes tipo 2 a 8 años, con técnicas de modelado de datos.
Los datos incluían a 22.338 pacientes con diabetes gestacional. La incidencia de diabetes tipo 2 a los 8 años fue del 12 por ciento en general y del 18,5 por ciento en los pacientes negros, del 17 por ciento en los del sur y sudeste asiático, del 15 por ciento en los hispanos y del 5,5 por ciento en los del este y centro de Asia, en comparación con el 5 por ciento en los blancos.
De las personas identificadas con DMG, el 78 por ciento se sometió a una prueba de Hb A1c durante el periodo de seguimiento. Entre los individuos negros e hispanos, el porcentaje fue del 82 por ciento, entre los asiáticos, del 78 por ciento, y entre los blancos, del 68 por ciento.
Las características sociales, estructurales y clínicas en el momento del parto explican el 46 por ciento del mayor riesgo de diabetes posparto entre los hispanos, el 27 por ciento entre los negros y el 14 por ciento del mayor riesgo entre los asiáticos del sur/sureste, creando así una oportunidad para intervenir sobre las desigualdades cardio-metabólicas de por vida.
Según Janevic y sus colegas, los determinantes sociales de la salud medidos rutinariamente en el momento del parto, como la educación y la situación de seguro, tenían asociaciones más débiles con la diabetes posterior en las embarazadas sudasiáticas, negras e hispanas que en las blancas no hispanas, lo que demuestra la necesidad de aprender cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos.
"Aunque las desigualdades raciales y étnicas son sustanciales en la diabetes tipo 2 tras la DMG, las débiles asociaciones que observamos de medidas sociales o estructurales comunes y el IMC en individuos negros, hispanos y del sur y sureste asiático demuestran la necesidad de comprender mejor cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos", ha observado Janevic.
Dentro de los 8 años siguientes a sufrir diabetes gestacional en el embarazo, se calcula que 1 de cada 5 pacientes negras, 1 de cada 6 pacientes del sur o sureste asiático, 1 de cada 7 pacientes hispanas y 1 de cada 20 pacientes blancas no hispanas tendrán diabetes tipo 2.
La atención sanitaria durante el embarazo es un punto de atención poco frecuente con el sistema sanitario para muchas personas y, por lo tanto, sirve de oportunidad para intervenir precozmente con el fin de reducir las diferencias a lo largo de la vida en la diabetes tipo 2, señala Janevic.
"Nuestros hallazgos subrayan la oportunidad de la DMG como un punto de intervención para las desigualdades de la diabetes tipo 2 en el curso de la vida y subrayan la importancia de las disparidades raciales y étnicas en los resultados de la DMG más allá del embarazo actual", ha expresado Janevic. "Hacemos un llamamiento para seguir trabajando utilizando múltiples enfoques --cambios a nivel político, junto con las intervenciones clínicas dirigidas a individuos-- para contrarrestar el racismo estructural y eliminar las disparidades", ha concluido.