POTTSTOWN, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Un asesino que se fugó descaradamente de una cárcel de Pensilvania fue capturado el miércoles en el bosque por un equipo de agentes tácticos, poniendo fin a una intensa búsqueda que aterrorizó a los residentes luego que el fugitivo entró en las casas en busca de comida, cambió su aspecto y robó una camioneta y un fusil durante sus dos semanas prófugo.
La policía corrió con suerte durante la noche, cuando un avión equipado con una cámara termográfica captó la señal de calor de Danelo Souza Cavalcante, lo que permitió a los equipos en tierra asegurar la zona, rodearlo y aproximarse con perros de búsqueda.
“Pudieron acercarse sin hacer ruido. Tenían el elemento sorpresa”, declaró en rueda de prensa el teniente coronel de la Policía Estatal de Pensilvania George Bivens. “Cavalcante no se dio cuenta de que estaba rodeado hasta que eso ocurrió”.
Aún armado con el fusil que robó de un garaje, el fugitivo intentó escapar arrastrándose por la maleza. Pero un perro de búsqueda lo sometió, dijo Bivens, añadiendo que continuó resistiéndose hasta que fue detenido después de las 8 de la mañana.
Cavalcante, de 34 años, recibió una mordida en el cuero cabelludo que le causó una herida menor, dijo Bivens. Un perro también lo mordió en el muslo, dijo el alguacil federal adjunto Robert Clark a The Associated Press, “momento en el cual, Cavalcante se sometió”.
“Creo que en ese momento estaba dolorido”, dijo Clark. “Probablemente tenía un dolor insoportable”.
Imágenes aéreas de los noticieros mostraron a un agente limpiando la cabeza y el rostro ensangrentado de Cavalcante con una toalla.
No se realizó ningún disparo. Alrededor de una veintena de agentes con equipo táctico posaron para una foto grupal con Cavalcante, lo que suscitó críticas de los defensores de las reformas policiales y de algunos miembros del público que señalaron que había sido inapropiada.
“Nuestra pesadilla por fin terminó y ganaron los buenos”, declaró Deb Ryan, fiscal de distrito del condado de Chester.
Cavalcante fue trasladado a un cuartel cercano de la policía estatal en un vehículo blindado rodeado por una caravana con las luces encendidas y las sirenas a todo volumen mientras recorría la autopista. Dos helicópteros de la policía sobrevolaban el convoy.
Algunos residentes vieron pasar la caravana. Kathleen Brady, quien vive cerca del lugar de donde Cavalcante robó el arma el lunes por la noche, observó el convoy mientras ella y su hija pequeña regresaban a casa después de haberse alojado en otro lugar el martes por la noche.
“Las calles vuelven a estar tranquilas. No hay retenes. Está saliendo el sol. El calor ha bajado”, dijo Brady, describiendo la euforia de la comunidad. “Justicia poética y justicia, todo al mismo tiempo”.
Cavalcante fue imputado en el cuartel de Avondale por un cargo de fuga, según la oficina del juez Matthew Seavey. Su audiencia estaba prevista para el 27 de septiembre. Fue retirado con las manos y los pies descalzos encadenados, vistiendo lo que parecía ser una bata de hospital. Cavalcante fue trasladado a una prisión estatal ubicada a las afueras de Filadelfia para que siga cumpliendo la cadena perpetua a la que fue condenado el mes pasado por matar a su exnovia.
El desenlace de la persecución de Cavalcante tuvo lugar en el sureste de Pensilvania, más allá de los suburbios occidentales de Filadelfia, densamente poblados, en una zona de bosques, onduladas tierras agrícolas y un parque del condado. La policía desplegó a cientos de agentes con perros, vehículos blindados, caballos y helicópteros que sobrevolaban la zona.
___
Levy informó en Harrisburg, Pensilvania, y Rubinkam en el noreste de Pensilvania.