MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Un equipo del NIWA (National Institute of Water and Atmospheric Research) demostró que se trata de huellas causadas por un cola de rata de aguas profundas, también conocido como pez granadero, alimentándose en el sedimento para su próxima comida.
Para investigar esta teoría, Stevens superpuso imágenes del perfil de la cabeza de granaderos específicos con imágenes que mostraban impresiones claramente definidas del fondo marino.
"La razón por la que podríamos señalar una especie específica es por las características únicas de su cabeza: este tipo de peces tienen un hocico largo y una boca extensible en la parte inferior de la cabeza que les permite alimentarse del fondo marino, algo que no hacen otras especies", dijo en un comunicado Darren Stevens, un científico pesquero con un interés particular en los animales de aguas profundas.
Las imágenes encajan perfectamente. "Pudimos proporcionar evidencia bastante buena de que estas impresiones fueron hechas por dos especies de granaderos. Este nuevo descubrimiento podría permitir que futuros estudios identifiquen áreas de alimentación de sedimentos blandos y hábitats de peces críticos para estas especies, que son una parte clave del ecosistema", dijo Stevens.
Nueva Zelanda cuenta con más de 70 especies de cola de rata, siendo un animal abundante e importante en la ecología de las comunidades de aguas profundas.