General Motors y Stellantis anunciaron el miércoles nuevos despidos y los atribuyeron a perjuicios derivados de la huelga de United Auto Workers, con lo que el conflicto laboral se agudiza apenas dos días antes del esperado llamado del sindicato a paros de actividades en más fábricas.
Stellantis dio un viso de esperanza para un avance al presentar al sindicato una nueva propuesta de contrato. Sin embargo, una portavoz de la compañía dijo que la propuesta cubría principalmente asuntos no económicos.
Se desconocía si la propuesta de Stellantis convencería al presidente del sindicato, Shawn Fain, quien se comprometió a anunciar el viernes nuevos objetivos de la huelga a menos que haya un “avance serio” rumbo a acuerdos con GM, Stellantis y Ford.
A la fecha, los trabajadores de UAW efectúan una huelga sólo en tres fábricas, una de cada compañía, incluida una armadora de GM cercana a San Luis. GM dijo que ese paro interrumpió las actividades en una armadora en Kansas de unos 2.000 trabajadores debido a que “no hay trabajo disponible”, ya que la planta depende de las partes troqueladas en la instalación de la zona metropolitana de San Luis.
GM dijo que no prevé reanudar las actividades de la planta sino hasta que concluya la huelga, y no hará pagas suplementarias a los trabajadores. La compañía dijo que los despidos mostraron “que nadie gana en una huelga”.
Stellantis, que fabrica los vehículos Jeep, Chrysler y Dodge, dijo que tiene previsto despedir a más de 300 trabajadores en Ohio e Indiana debido a “restricciones de almacenamiento” causadas por la huelga de UAW en la armadora en Toledo, Ohio.
Cuando le solicitaron que hiciera declaraciones, el portavoz de UAW refirió a la prensa a una declaración hecha el pasado fin de semana en la que Fain dijo que los despidos eran innecesarios y un intento de presionar a los trabajadores para que acepten menos en las negociaciones contractuales.
Asimismo el miércoles, unos 190 miembros de UAW abandonaron sus puestos de trabajo en ZF, un proveedor de Mercedes en Alabama, debido a asuntos relacionados con sueldos, un salario más bajo para los nuevos trabajadores y prestaciones médicas. Los trabajadores están cubiertos por un contrato diferente que los que UAW está negociando con los tres gigantes automovilísticos. Un portavoz de ZF dijo que la planta continuaba funcionando y que la compañía espera alcanzar pronto un acuerdo con los trabajadores.
Los despidos aumentaron la tensión dos días antes de que venza el plazo impuesto por el UAW para que los fabricantes muestren progreso en satisfacer las exigencias del sindicato. El sindicato y los fabricantes automovilísticos mantienen sus conversaciones, pero un representante de la industria dijo el miércoles que ambas partes continuaban distanciadas.
El UAW reclama aumentos salariales de más del 30% en cuatro años, el restablecimiento de las pensiones con prestaciones definidas para todos los trabajadores y una semana laboral de 32 horas con paga de 40 horas. Las empresas ofrecen un incremento en torno al 20% y se resisten firmemente a otras exigencias del sindicato.
A última hora del martes hubo avances, pero con Unifor, el sindicato de trabajadores del automóvil de Canadá.
Unifor y Ford anunciaron que habían llegado a un principio de acuerdo sobre un nuevo contrato de tres años pocas horas antes de que venciera el plazo para declararse en huelga. Los términos del acuerdo no se han hecho públicos. Si se ratifica, cubrirá a más de 5.000 trabajadores y servirá de modelo para acuerdos similares en GM y Stellantis en Canadá.