MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ruandés ha indicado en un comunicado que "este reconocimiento fortalece la lucha contra la negación del genocidio y servirá para educar a las generaciones presentes y futuras". "Incrementa la visibilidad internacional y hace honor a la memoria de las víctimas", ha agregado.
El detonante del genocidio fue el derribo del avión presidencial en el que el entonces presidente ruandés Juvénal Habyarimana volvía junto a su homólogo de Burundi Cyprien Ntaryamira a la capital, Kigali, en abril de 1994. La milicia extremista hutu culpó al Frente Patriótico de Ruandés (FPR), otra milicia formada por tutsis exiliados, y la matanza comenzó horas después.
Alrededor de 800.000 ruandeses, la inmensa mayoría de ellos tutsis y hutus moderados, fueron asesinados por extremistas hutu durante cerca de tres meses en 1994. A día de hoy todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados que han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.