LIMA (AP) — Los detenidos en flagrancia en Perú comenzaron a ser presentados ante la prensa en overol color rojo en un edificio policial, un día después de iniciarse la suspensión de algunos derechos constitucionales en nueve zonas del país aquejadas por la delincuencia.
Esa práctica no se veía desde los años del conflicto armado interno (1980-2000) —que enfrentó a las fuerzas de seguridad contra el grupo terrorista Sendero Luminoso— cuando la policía mostraba a los detenidos acusados de terrorismo con traje de rayas blancas y negras.
“A través de estos colores vamos a tratar de identificarlos rápidamente y determinar en qué situación se encuentran”, dijo el general Jorge Angulo, el máximo jefe de la policía, durante la presentación de tres detenidos a los que presuntamente hallaron granadas en su poder y son investigados por presunta extorsión, un delito que se ha incrementado perjudicando a pequeños negocios.
La extorsión se incrementó 50% en el primer semestre de 2023 en el país, en comparación con los primeros seis meses de 2022, según datos de la policía. Los detenidos lucían además grilletes en las manos y pies.
El jefe policial indicó que Perú estaba respetando estándares internacionales y cumpliendo los derechos humanos de los detenidos.
El miércoles, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte decretó estado de emergencia en nueve distritos de Perú aquejados por la extorsión y otros delitos. La medida prohíbe los eventos sociales desde la medianoche hasta las 4 de la madrugada. También se suspende el libre tránsito, la libertad de reunión, la inviolabilidad de domicilio y permite que los militares puedan salir a las calles.
El distrito más poblado de Perú, ubicado en Lima y llamado San Juan de Lurigancho, es uno de los lugares donde se decretó la medida. No se ha observado aún a militares en las calles, pero la policía comenzó a subir a los buses de transporte público para pedir los documentos de identidad a los pasajeros.