EREVÁN, Armenia (AP) — Una explosión en una gasolinera repleta de gente en la región azerbaiyana de Nagorno Karabaj causó decenas de muertes, informaron el martes las autoridades del territorio separatista, mientras miles de personas de etnia armenia se apresuraban a huir a la vecina Armenia.
Unas 28.000 personas —alrededor del 23% de la población de la región— han huido a través de la frontera desde que Azerbaiyán derrotó a los separatistas que han gobernado la región durante unos 30 años en una rápida operación militar la semana pasada, según el gobierno de Armenia.
Los habitantes de Nagorno Karabaj empezaron a huir en cuanto Azerbaiyán levantó un bloqueo impuesto por 10 meses en la única carretera que conecta con Armenia. El bloqueo había causado una escasez grave de alimentos, medicinas y combustible. Pese que Azerbaiyán se ha comprometido a respetar los derechos del pueblo armenio, muchos residentes temían represalias.
“Creo que la gran mayoría de los habitantes de Karabaj se marcharán a Armenia”, comentó Thomas de Waal, investigador del grupo de expertos Carnegie Europe. “Se les está diciendo que se integren en Azerbaiyán, un país del que nunca han formado parte, y la mayoría de ellos ni siquiera hablan el idioma y se les está diciendo que desmantelen sus instituciones locales. Es una oferta que la mayoría de la gente de Karabaj no aceptará”.
La explosión se registró mientras la gente estaba formada para poner combustible en sus carros en una gasolinera de la periferia de Stepanakert, la capital de la región, el lunes por la noche. El procurador de los derechos humanos de Nagorno Karabaj, Gegham Stepanyan, declaró el martes por la tarde que 68 personas han fallecido, otras 290 están heridas y 105 todavía se encuentran desaparecidas.
De acuerdo con Stepanyan, se han identificado 21 cuerpos. Un total de 168 de las personas heridas fueron ingresadas en hospitales de Armenia.
Las causas de la explosión siguen poco claras, pero el asesor presidencial de Nagorno Karabaj, David Babayan, declaró que la información inicial apuntaba a una negligencia, y añadió que era poco probable que se tratara de un sabotaje.
Las autoridades armenias también dijeron que trasladaron 125 cadáveres a Armenia desde Nagorno Karabaj para su identificación. El Ministerio de Salud del país aclaró que se trata de personas que murieron en los combates de la semana pasada.
Hikmet Hajiyev, asesor del presidente de Azerbaiyán, dijo en X, antes Twitter, que los hospitales de Azerbaiyán estaban listos para recibir a las víctimas, pero no dijo si alguna de ellas había sido llevada ahí. Afirmó que el país había enviado medicamentos para el tratamiento de quemaduras y demás ayuda humanitaria.
Azerbaiyán también dijo el martes que enviaría a la región 30 toneladas de gasolina y 34 toneladas de diésel.
El combustible ha estado escaso durante meses en Stepanakert, y la explosión ha agravado la escasez, agudizando la preocupación entre los habitantes que no saben si lograrán manejar hasta llegar a la frontera, a 35 kilómetros de distancia.
Las calles de Stepanakert se veían atiborradas de carros cargados con grandes bultos. En las aceras, la gente permanecía de pie o acostada junto a montones de equipaje.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, ha culpado a Moscú, principal aliado del país, de no haber impedido las hostilidades, acusaciones que el Kremlin ha rechazado enérgicamente. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso replicó que la declaración de Pashinian era un “intento de atribuir a Moscú la responsabilidad de los fracasos en las políticas interior y exterior” y parte de los esfuerzos para sacar a Armenia de la órbita de Rusia y forjar lazos más fuertes con Occidente.
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Los periodistas de The Associated Press Aida Sultanova y Emma Burrows en Londres, Jim Heintz en Tallin, Estonia, y Nancy Benac en Washington contribuyeron a este despacho.