MADRID (AP) — El dirigente de los conservadores españoles fracasó el miércoles en su primer intento de ser el próximo presidente al no obtener la mayoría absoluta de votos necesaria para formar gobierno.
Tal como se preveía, Alberto Núñez Feijóo quedó a cuatro votos del mínimo de 176.
Feijóo volverá a intentarlo el viernes, cuando le bastará una mayoría simple de los 350 legisladores.
El Partido Popular tiene 137 bancas en el Congreso de los Diputados, más que cualquier otro partido. Pero aún con el respaldo de los 33 legisladores del partido de extrema derecha Vox y dos pequeños partidos conservadores que representan a Navarra y las Islas Canarias, Feijóo obtuvo 172 votos a favor y 178 en contra.
El resultado de la elección nacional del 23 de julio fue un parlamento altamente fragmentado, con legisladores de 11 partidos, lo que dificulta el arribo al poder de cualquier partido.
Si Feijóo fracasa en su segundo intento, el presidente interino Pedro Sánchez tendrá su oportunidad de permanecer en el Palacio de la Moncloa. El dirigente socialista de centroizquierda tendría que obtener los votos de un grupo de partidos de izquierda, regionalistas y separatistas de Cataluña y el País Vasco.
El parlamento debatió el intento de Feijóo de llegar a la presidencia durante varias horas el martes y el miércoles por la mañana antes de votar.
Pero el debate giró en torno a la posibilidad de que Sánchez acepte los reclamos de los partidos separatistas catalanes de una amnistía para cientos, o posiblemente miles, de personas que participaron en un intento secesionista fallido de Cataluña.
Sánchez, que ha indultado a varios dirigentes separatistas, no se ha pronunciado sobre la posibilidad de una amnistía y solo ha dicho que quiere seguir “normalizando” las relaciones con la región del noreste de España, donde las tensiones han decrecido en los últimos años.
Pero dirigentes separatistas han dicho que la amnistía es una posibilidad real, y han elevado el monto de las apuestas al afirmar que Sánchez debería autorizar un referendo sobre la independencia si quiere mantener su apoyo durante un teórico segundo período.
“Nadie sabe lo que va a pasar en este país si fracasa mi investidura”, dijo Feijóo en el congreso. “En consecuencia parece razonable que en una democracia que no se oculte los acuerdos del gobierno, y ni quieren hablar de ello. El gobierno en funciones y la transparencia son incompatibles”.
El camino de Feijóo hacia el poder se ha visto dificultado por las alianzas de su partido con Vox, que niega el cambio climático y clama contra el feminismo, en varios gobiernos regionales. Las posiciones de Vox sobre la recentralización del poder en Madrid son anatema para muchos partidos pequeños que representan a las regiones.
Feijóo había dicho el martes que no estaba dispuesto a pagar el precio político de la amnistía que reclamaban los separatistas catalanes a cambio de su apoyo.
Pero el miércoles, el vocero del partido de derecha vasco PNV, Aitor Esteban, dijo que, si Feijóo quiere su apoyo, “tiene que empezar a contar descontando 33” votos de Vox. Añadió que, en el peor de los casos, su partido preferiría apoyar una posible amnistía para los separatistas catalanes antes que una coalición de derechas entre el Partido Popular y Vox a nivel nacional.
“Hay una ballena en la piscina. Para empezar los 33 votos de Vox son imprescindibles para usted y lo serían durante toda la presidencia. Esta ballena tiene un tamaño imposible de esconder”, dijo Esteban a Feijóo.
Si no se forma gobierno antes del 27 de noviembre, se disolverá el parlamento y se realizará una nueva elección el 14 de enero.
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Wilson informó desde Barcelona.