MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Los niños que emprenden esta peligrosa travesía lo hacen en embarcaciones precarias y, en ocasiones, en bodega o sobre barras de hierro, especialmente peligrosas para la navegación. Muchos huyen de situaciones de conflicto y, en su periplo, quedan a merced de la explotación y el abuso, algo especialmente palpable en el caso de los menores de origen subsahariano.
Quienes sobreviven quedan recluidos primero en 'puntos caliente' desde lo que son derivados a instalaciones a menudo cerradas y con movimientos limitados. UNICEF estima que más de 21.700 menores no acompañados se encuentran en instalaciones de este tipo en toda Italia, frente a los 17.700 de hace un año.
La directora para Europa de la agencia y coordinadora de la respuesta a refugiados, Regina De Dominicis, ha denunciado que el Mediterráneo se ha convertido en "un cementerio para los niños y su futuro" y ha apelado a la responsabilidad de los gobiernos. "El devastador peaje que se cobra con los niños y niñas que buscan seguridad y asilo en Europa es el resultado de decisiones políticas y de un sistema migratorio roto", ha sentenciado.
"Para evitar más sufrimiento", De Dominicis ha llamado a "adoptar una respuesta en toda Europa para apoyar a los niños y familias que buscan asilo y seguridad, así como a aumentar de manera sostenida la ayuda internacional para apoyar a los países que afrontan múltiples crisis".
UNICEF ha reclamado vías seguras y legales para lo migración, fortalecer los sistemas de protección infantil y garantizar que los niños no quedan recluidos en instalaciones cerradas, entre otros llamamientos que entroncan también con el debate abierto en el seno de la UE para lograr un Pacto de Migración y Asilo. Desde la ONU, se ve en las negociaciones abiertas una "oportunidad" para poner orden.