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Bruselas exige claridad a Polonia sobre el escándalo de compra de visados para restaurar la confianza en Schengen

El vicepresidente de Migración de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha reclamado este martes a las autoridades polacas que investiguen con claridad y transparencia el escándalo por la supuesta venta de visados a través de una red en sus embajadas en África y Asia para conceder visados de trabajo a cambio de sobornos.

BRUSELAS, 3 (EUROPA PRESS)

"Hay que ser clarísimos, el espacio Schengen se basa ante todo en la confianza. Hay que mantener la confianza mutua entre miembros y es crucial que cada estado muestre una actitud responsable", ha asegurado el vicepresidente responsable de Migración en un debate en el pleno de Estrasburgo, Francia.

Para Schinas el supuesto fraude es "extremadamente preocupante" y supondría una violación de la legislación europea y del código de visados. Por ello ha demandado "luz" a las autoridades polacas y den respuestas concretas a las preguntas planteadas por la Comisión Europea en una carta al respecto del escándalo.

En este sentido, ha pedido a Varsovia que aclare la cantidad y tipo de visados expedidos irregularmente así como todos los detalles sobre la supuesta trama y sus beneficiarios. "La Comisión espera toda la información para evaluar el impacto en la legislación de la UE. Necesitamos toda la claridad para restaurar la confianza, porque ambas van de la mano", ha sostenido, tras defender que el espacio Schengen es la "joya de la corona" de la UE.

La polémica por la supuesta venta de visados ha generado un bronco debate entre eurodiputados que ha obligado a intervenir en varias ocasiones al vicepresidente del Parlamento Europeo para llamar al orden. Además, se ha producido en plena carrera electoral en Polonia de cara a las elecciones legislativas del próximo 15 de octubre por lo que en la Eurocámara se han desplegado todo tipo de reproches y mensajes en clave electoralista.

En dos semanas, el actual primer ministro, Mateusz Moriawecki, se juega la reelección ante la coalición opositora liderada por Donald Tusk, que ya dirigió el país entre 2007 y 2014, antes de dar el salto a la política europea, con Bruselas convertida en diana de los ataques del gobernante Ley y Justicia.

En el turno de intervinientes, el 'popular' neerlandés Jeron Lenaers ha acusado a Polonia de poner en riesgo la reputación de la UE, denunciando que Varsovia pide mano dura contra los traficantes de personas pero luego "resulta que Polonia es el principal traficante". Así ha demandado a Bruselas que escrute todas las acciones de Polonia a este respecto, ligando este caso a la deriva en el respeto al Estado de Derecho en el país.

Para Robert Biedron, socialdemócrata polaco, este caso evidencia la "hipocresía" de las autoridades polacas que en la frontera con Bielorrusia repele a personas que tratan de llegar a Europa mientras que por otro lado "comercia con visados como si fueran patatas". Así ha criticado que este escándalo responde a las "estructuras mafiosas" generadas por el partido gobernante.

"En este gobierno no se puede confiar. Apelo a Polonia a dar respuesta a la Comisión y que persiga a quienes hayan participado en el escándalo. El 15 de octubre vamos a echar a este gobierno con votos", ha apuntado por su lado la liberal polaca, Roza Thun.

De lado de los verdes, el eurodiputado alemán Erik Marquardt, ha lamentado que Varsovia no vaya a esclarecer nada de la supuesta trama corrupta antes de las elecciones y denunciado que busca minimizar el escándalo para defender sus intereses. "Hay que decir a los polacos que el gobierno suprime el Estado de Derecho para sacar beneficio, para que la corrupción sea más fácil", ha espetado.

En frente, distintos parlamentarios de Ley y Justicia han denunciado la actitud del Parlamento Europeo por interferir en las elecciones polacas y llevar a debate un "pseudoescándalo", según ha señalado Jadwiga Wisniewska, asegurando que se busca ocultar casos como el Qatargate, el auge de llegadas irregulares de migrantes o la financiación alemana a barcos de rescate de ONG en el Mediterráneo, todos argumentos con los que las autoridades polacas se están defendiendo frente a las críticas por la polémica por los visados.

Su compañero de partido Patryk Jaki ha criticado que se hable de escándalo cuando afecta a 260 visados, pese a que la oposición lo cifra en cientos de miles, y ha defendido el modelo de Polonia como "uno de los países más seguros de toda Europa", asegurando que la Eurocámara busca impulsar a Tusk y romper el modelo polaco. Frente a ello, ha afirmado que el país seguirá adelante con su idea de celebrar un referéndum sobre la política migratoria europea.

A su lado se han expresado otros diputados de ultraderecha como la húngara Kinga Gál, del partido de Viktor Orbán, quien ha denunciado el "intento inaceptable de interferencia externa" contra el gobierno polaco antes de las elecciones, asegurando que el debate en la Eurocámara busca apoyar la candidatura de Tusk. "Ni polacos ni húngaros quieren que el futuro de su país se decida en Bruselas o Estrasburgo", ha señalado.

Mientras, el ultra danés Anders Vistisen, ha denunciado el sistema Schengen asegurando que una Europa sin fronteras "es un catástrofe" que afecta a los ciudadanos normales y representa un "paraíso" para los traficantes de personas.

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