WASHINGTON (AP) — El ejército de Estados Unidos está llevando a cabo una profunda revisión de su sistema de reclutamiento para centrarse más en los jóvenes que han estudiado en la universidad o que están buscando trabajo al principio de su carrera profesional, en su lucha por revertir años de escasez de alistamientos.
Una parte importante de ello es la formación de una nueva fuerza profesional de reclutadores en lugar de depender de soldados asignados aleatoriamente a la tarea.
La secretaria del Ejército, Christine Wormuth, comentó durante una entrevista con The Associated Press que algunos de los cambios se implementarán en los próximos 90 días, pero que una transformación total llevará años.
“No hemos estado reclutando muy bien durante muchos más años de lo que uno pensaría con solo mirar los titulares de los últimos 18 meses”, dijo Wormuth, y agregó que el ejército no ha cumplido su objetivo anual de nuevos contratos de reclutamiento desde 2014.
El año pasado, el ejército estadounidense se quedó a 15.000 de su objetivo de reclutamiento de 60.000, mientras competía con empresas que ofrecen mejores sueldos en un mercado laboral ajustado e intentaba superar dos años de pandemia de coronavirus, que impidió el acceso a escuelas y actos públicos. En el año fiscal que finalizó el sábado, el ejército incorporó algo más de 50.000 reclutas, por debajo del “objetivo ambicioso” de 65.000 que se había fijado públicamente.
Los oficiales del ejército, sin embargo, dijeron que ese número todavía permite que el servicio cumpla con su fuerza total requerida de 452.000 efectivos. Dijeron que el ejército también inscribió a otros 4.600 reclutas para futuros contratos, en un esfuerzo por recuperar la reserva de reclutas de ingreso retardado, que se había reducido. Estos reclutas recibirán formación básica durante el próximo año.
El martes, Wormuth dijo a los periodistas en una sesión informativa que el ejército todavía no ha decidido cuál será el objetivo de reclutamiento para el nuevo año fiscal, pero dijo que probablemente sería inferior a 65.000 elementos. La cifra más baja, dijo, también refleja el hecho de que el tamaño del ejército se ha ido reduciendo desde el nivel de 485.000 durante los puntos más álgidos de las guerras de Irak y Afganistán.
