MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
"Las crisis políticas, la violencia, la falta de medios de subsistencia y el hambre han incrementado los desplazamientos de personas de sur a norte (...) a un ritmo que exige una respuesta inmediata", así como una mayor financiación de la respuesta humanitaria a esta crisis, señala ACH.
Honduras se ha consolidado como territorio de tránsito para migrantes que llegan de Sudamérica, el Caribe e incluso otros continentes, a pesar de los numerosos riesgos que se encuentran a lo largo de esta ruta migratoria
En los primeros ocho meses de 2023 han sido 196.120 las personas que han ingresado de manera irregular en Honduras, la mayoría de ellas de Venezuela --137.304--, aunque también de Cuba --92.950--, seguidos de Ecuador --50.537--, Haití --31.300--; y en menor medida, Colombia --6.887-- y China --6.858--.
Solo en julio, entraron en Honduras 48.953 personas, cuatro veces más que en el mismo período de 2022, cuando se registraron 11.895. Unos números que podrían ser mucho más grandes, debido a la dificultad de reflejar en cifras oficiales el fenómeno de la migración irregular.
SITUACIÓN PRECARIA DE LOS MENORES DE EDAD
El aumento generalizado de estos desplazamientos trae consigo un incremento del número de familias con menores de edad a su cargo. Muchos de estos niños y niñas, sobre todo ecuatorianos y haitianos, llegan a Honduras en condiciones nutricionales delicadas, ha alertado ACH, que pone a su disposición asistencia humanitaria para tratar cuanto antes la desnutrición infantil que arrastran los pequeños.
"Mientras el número de migrantes y las necesidades humanitarias no hacen más que crecer, los fondos destinados a esta respuesta no siguen esa tendencia", ha lamentado la ONG, que insiste en la necesidad de no disminuir las partidas presupuestarias para responder de manera adecuada a esta crisis.
CAUSAS
Tal y como destaca ACH, en América Latina y el Caribe, los flujos migratorios representan una realidad dinámica y entrelazada, donde muchos países desempeñan a la vez el rol de punto de origen, tránsito e incluso destino y retorno.
El origen de este aumento de los desplazamientos está en el empeoramiento de las condiciones de vida. La pobreza y el hambre se han agudizado por una crisis de la pandemia que ha impactado en los sistemas productivos, económicos y sanitarios de estos países, que a su vez sufren las consecuencias de la guerra de Ucrania en forma de encarecimiento de los productos básicos.
Esto reduce la capacidad de las familias, las hace más vulnerables y propensas a tener que agarrarse a soluciones "más críticas", como la migración, que cuando se hace de forma irregular supone exponerse "a un viaje lleno de peligros" y "la pérdida de conexiones con sus comunidades de origen, sus hogares y medios de vida".