El día de hoy, de nueva cuenta un grupo de transportistas de diversas rutas llevaron a cabo un cierre de vialidades en la Ciudad de México, acusan al titular de la Semovi, Andrés Lajous Loaeza, a quién han señalado de encubrir al llamado “cártel del transporte”, de beneficiar a una empresa privada y desviar más de 60 millones de pesos de un presupuesto destinado a la modernización de unidades obsoletas de concesionarios legítimos.
Ayer mismo la Semovi, en un comunicado de prensa minimizaba a los grupos inconformes, en específico a los transportistas de la ruta 84 y los llamó a dejar la marcha y aceptar entrar al proyecto de la empresa zonal denominada “Culhuacanes”, una empresa que se pretende conformar y que los mismos transportistas acusan de ser una pantalla de intereses ocultos para beneficio de unos cuentos y no de los concesionarios reconocidos.
Pero los señalamientos de malas gestiones de Lajous Loaeza no son nuevos, a principios de este año, la bancada panista en el Congreso capitalino pedía la renuncia del titular de la SEMOVI, pues consideran que el índice de los accidentes del metrobus ha aumentado y el secretario no ha actuado en consecuencia ante esta situación.
Sin duda estos señalamientos a un funcionario de primer nivel del Gobierno de la Ciudad de México, por actos de corrupción uso ilegal de atribuciones y facultades, cohecho y distracción de recursos públicos, contravienen los principios del gobierno que representa el funcionario y, golpean directamente a la virtual “candidata presidencial” de la 4T.