MADRID, 4 (EDIZIONES)
Emma Kenny, de 30 años, recibió el encargo de rediseñar varias pinturas clásicas, pero mientras mostraba su camino, se enfrentó a duras críticas de 'haters' online.
Algunos de los comentarios calificaban a Emma como "nazi" y "violadora del arte" por su moderno giro artístico, que desató un frenesí en las redes sociales.
Con un toque de color y algo de creatividad, la retratista recibió el encargo de modernizar 11 cuadros para un bar recién construido en el Flight Club de Glasgow (Escocia) y, mientras documentaba el proceso, se encontró con un abrumador número de comentarios negativos.
Emma recibió retratos de personas de la época, algunos de ellos encontrados en tiendas de caridad, mercadillos de coches y tiendas de segunda mano. Luego implementó su propio estilo, junto con un briefing, que incluía varios objetos añadidos como una diana, cuernos de fiesta, globos y, por supuesto, muchos colores brillantes.
La artista cuenta que la mayoría de comentarios que recibe dicen que "deberían procesarme e ir a la cárcel": "Supongo que es por profanar arte antiguo y destruir obras de arte. Creo que no es más que una idea equivocada y un malentendido de lo que la gente considera valioso".
Sin embargo, Emma se reafirma como retratista: "Hago retratos por encargo como principal fuente de ingresos". Aunque la artista comprobó que todas sus obras encontraban odio en Internet, hubo un cuadro en particular que fue el centro de atención: el "rosa sumergido".
El vídeo muestra el moderno giro dado por Emma a un viejo retrato que fue acicalado con pintura rosa, que cubría la mayor parte del original. Ella misma explica que el primer vídeo que subió de esta obra "Tenía un 80% de odio, una cifra sacada de la nada, no sé".
Emma se ha enfrentado a un aluvión de odio en las redes sociales por sus pinturas, algunas de las cuales cuestan menos de 120 euros en tiendas de caridad, pero eso no es suficiente para que pierda su amor por el arte.
De hecho, la artista ha conseguido más encargos por sus modernas versiones de clásicos: "Creo que conseguí unos 25.000 seguidores más, lo que fue enorme, y para TikTok, más o menos lo mismo, quizá unos 30.000 más, sólo en el espacio de dos o tres semanas".
El aumento de seguidores en sus redes sociales ha ido acompañado de un aumento de las visitas en el sitio web, lo que supuso, a su vez, un crecimiento de las ventas.