Ron Rivera entiende por lo que están pasando los Bears de Chicago.
En sus primeras tres temporadas como entrenador en Washington, quien fuera linebacker de los Bears y coach asistente lidió con distracciones extradeportivas una y otra vez, desde investigaciones de la NFL y el Congreso nacional al dueño Dan Snyder, hasta el allanamiento realizado por la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) a las instalaciones del equipo y a la casa del kinesiólogo Ryan Vermillion.
Al inicio de la temporada, Rivera agradeció una serie de preguntas sobre una situación con el centro largo, porque ése era el mayor problema de los Commanders, y es bueno preocuparse por temas deportivos.
“Las cosas han cambiado y todo es diferente”, afirmó. “Es refrescante”.
No es así con los Bears, que están en medio del caos por temas extradeportivos, además de que no han ganado. Visitan Washington este jueves por la noche con jugadores en el exilio por razones desconocidas. Su coordinador defensivo dejó al equipo por lo que se dijo eran motivos de salud y familiares, y con pocas razones para creer que el equipo está cerca de conseguir su primera victoria en casi un año.
“Cuando pierdes, y hemos perdido algunos partidos aquí este año, creo que todos sienten frustración”, dijo Matt Eberflus, quien ha perdido más que un par de partidos — 18 de 21 para ser exactos — desde que asumió como entrenador de Chicago. “Pero debes ser capaz de controlar tus emociones y concentrarte en la tarea que tienes en manos”.
La tarea es un partido en horario estelar en contra de los Commanders, que tienen marca de 2-2 después de derrotas consecutivas, pero sintiéndose mejor con ellos mismos tras llevar al límite a Filadelfia, campeón defensor del Este de la Conferencia Nacional, en tiempo extra. Las victorias morales no cuentan en la NFL, pero los jugadores ven lo que sigue en el calendario, comenzando con los Bears y saben que es el momento de acumular victorias.
“Tenemos muchos partidos delante de nosotros, que son ganables, seguro”, dijo el receptor de segundo año Jahan Dotson. “Nos debe ir bastante bien en esta pequeña ventana”.
Lo que viene para Washington son partidos en Atlanta y contra los Giants de Nueva York, que han sido superados 94-15 en sus tres derrotas. Pero primero están los Bears que marchan 0-4 y vienen de desperdiciar una ventaja de 21 puntos para perder con Denver.
Y ese sólo es el inicio de los problemas en Halas Hall, en donde el receiver Chase Claypool no es bienvenido. Eberflus se negó a decir el motivo y el gerente general Ryan Poles le pidió a Claypool mantenerse alejado del equipo.
“Sentimos que por ahora esa es la mejor decisión para nosotros”, dijo Eberflus.
El drama que rodea a Claypool llega después de que el coordinador defensivo Alan Williams renunció de forma abrupta hace unas semanas y de que el quarterback Justin Fields sugirió que estaba sobreentrenado, comentarios que buscó enmendar más tarde. Fields respondió en el campo, con su mejor partido en su carrera, 335 yardas y cuatro touchdowns ante los Broncos, una chispa de esperanza para los Bears, que ganaron por última vez un partido el 24 de octubre de 2022.
