ISLAMABAD, Pakistán (AP) — Pakistán llevará a cabo sus planes recientemente anunciados de deportar a todos aquellos migrantes que se encuentren en el país ilegalmente, incluidos 1,7 millones de afganos, de “forma escalonada y ordenada”, declaró el viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Es probable que la declaración pretenda apaciguar las preocupaciones internacionales y calmar los temores entre los refugiados afganos en Pakistán después de que Islamabad dijera el martes que todos los migrantes —incluidos los afganos— que no cuenten con documentación válida tendrían que regresar a sus países voluntariamente antes del 31 de octubre para evitar detenciones masivas y deportaciones forzadas.
Esto sembró el miedo entre aquellos que viven en el país islámico de manera irregular y suscitó una condena generalizada de los grupos de defensa de los derechos humanos. Los activistas dijeron que la deportación forzada de los afganos los pondría en grave riesgo.
Mumtaz Zahra Baloch, vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán, afirmó el viernes que la nueva política no está enfocada en los afganos.
“Hemos acogido generosamente a los refugiados afganos durante las últimas cuatro décadas”, cuando millones de ellos huyeron de Afganistán por la ocupación soviética que se extendió de 1979 a 1989, dijo Baloch.
Y agregó que aquellos 1,4 millones de afganos que están registrados como refugiados en Pakistán no tienen de qué preocuparse.
“Nuestra política sólo se refiere a... las personas que están aquí ilegalmente, sin importar su nacionalidad”, añadió. “Pero, desafortunadamente, ha habido un malentendido o una tergiversación y por alguna razón la gente ha empezado a asociar el asunto con los refugiados afganos”.
“Las leyes en Pakistán son parecidas a las leyes de muchos otros países”, dijo Baloch.
Amnistía Internacional pidió el jueves a Pakistán que permitiera que los afganos sigan viviendo en el país, mientras que el día anterior el vocero del secretario general de la ONU, António Guterres, expresó preocupación por la nueva política.
"Por principio, es fundamental que no se devuelva a ningún refugiado sin que sea un regreso voluntario y digno”, declaró el miércoles el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, a la prensa en la sede de la ONU en Nueva York.
En Kabul, el principal portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, también criticó el anuncio de Pakistán, al que calificó de “inaceptable”.
Aunque en los últimos años las fuerzas de seguridad y la policía paquistaníes han detenido y deportado a afganos que se habían colado en el país de manera irregular, es la primera vez que el gobierno anuncia planes para una operación de tal envergadura.
Los hechos se producen en medio de un repunte en los ataques de talibanes paquistaníes, que tienen escondites y bases en Afganistán, pero que cruzan regularmente a Pakistán para perpetrar ataques contra las fuerzas paquistaníes.
Los talibanes paquistaníes, proscritos y conocidos formalmente como Tehrik-e-Talibán Pakistán o TTP, suelen reivindicar atentados contra las fuerzas de seguridad paquistaníes. Pero se han distanciado de un par de atentados suicidas de la semana pasada en los que murieron 59 personas en zonas del suroeste y noroeste fronterizas con Afganistán. Nadie se ha adjudicado la autoría de esos atentados.
Baloch dijo que algunos de los migrantes sin papeles, incluidos afganos, ya han comenzado a regresar a sus países. “Estamos concediendo un periodo de gracia hasta” finales de mes, dijo.
Pakistán lleva mucho tiempo exigiendo a las autoridades talibanas de Afganistán que cesen su apoyo al TTP.
Baloch insistió en que la represión prevista contra los migrantes que se encuentran en Pakistán sin la debida autorización no tiene como objetivo negociar con las autoridades talibanas afganas.