MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
"Al final, creo que los pobres palestinos han resultado muy útiles para todos estos regímenes árabes que cometen terribles crímenes contra sus propios ciudadanos. Y, desde luego, las víctimas siempre son los pobres", ha remarcado en un encuentro con la prensa el autor irlandés.
Banville reconoce que "siempre" ha "admirado" a los judíos, en parte por todo lo ocurrido tras la II Guerra Mundial. "Nací en el año 1945 y era un niño cuando salieron los horrores de los campos de concentración. Todas las vicisitudes de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial se convirtieron en parte de mi experiencia vital y todavía lo son", ha explicado.
No obstante, el escritor remarca la necesidad de "hacer la distinción" entre judíos e israelitas, ya que entiende que Israel "está cayendo en esa trampa de actuar tan mal como los que los han maltratado". "Es ese error histórico de comportarse como se habían comportado anteriormente con el pueblo de Israel", ha apuntado.
Posteriormente, también ha lanzado una mirada crítica hacia el resto de países árabes cerca del conflicto. "Si el mundo árabe lo hubiese querido, también podrían haber proporcionado un hogar a los palestinos y no habríamos llegado tan lejos", ha añadido.
Precisamente, en 'Las hermanas Jacobs' el autor irlandés retoma su personaje del doctor Quirke --en esta ocasión con nuevo compañero, el inspector Strafford-- para investigar un posible homicidio en el que cobra relevancia un alemán huido después de la II Guerra Mundial y su relación con la iglesia católica.
MERKEL, UNA DE "LAS GRANDES POLÍTICAS" DE ESTE TIEMPO
"Siempre ha habido nazis que se han escapado y todavía quedan, pero políticamente admiro lo que han hecho los alemanes: no están huyendo a su responsabilidad histórica y la están enfrentado", ha asegurado el Premio Princesa Asturias de las Letras. De hecho, ha puesto a la excanciller alemana Angela Merkel como "una de las grandes políticas de su tiempo".
Por el contrario, entiende que la iglesia católica "no es que le cueste reconocer sus errores pasados, sino que no está enfrentando nada". "Llevan 500 años haciendo lo mismo sin arrepentirse de nada y ahora me complace decir que la Iglesia Católica en Irlanda ha perdido muchísimo del poder que tenía. Sin su dinero no son nada", ha alertado.
Banville considera que a lo largo del tiempo "se ha matado mucho en nombre de Dios y por desgracia va a seguir siendo así". Y reconoce que el paganismo es una opción, aunque muy similar al capitalismo. "Es una buena cuestión, pero habría que pensar quienes serían esos dioses del paganismo ahora, quizás las grandes personalidades", ha remarcado.
El autor, que explica con humor que solo ha "matado" a su seudónimo "en inglés" --"Benjamin Black ahora vive en España como los futbolistas famosos y los mafiosos jubilados", ha ironizado--, pretende en cierta manera "dignificar" la novela negra. "No veo por qué la novela negra no puede estar bien escrita, con escritores muy serios que me preceden como Raymond Chandler o George Simenon", ha apuntado.
¿ADIÓS AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA?
Por último, tampoco ha rehuido valorar el nuevo Premio Nobel de Literatura tras el episodio que vivió hace cuatro años --recibió una llamada anónima de Estocolmo que le anunciaba que era el ganador del galardón, algo que finalmente no ocurrió--. "Me da un poco de vergüenza, porque que ni siquiera lo había oído nombrar", ha comentado en relación a Jon Fosse, el ganador de este año.
"Ya mi nombre ha quedado manchado después del escándalo del que fui víctima en 2019 y si te ves envuelto en la más mínima cosa, quedas fuera de la lista. Lo digo por si acaso me oye alguien del jurado del Nobel y dice 'vale, pues ya sabemos que no ha sido culpa tuya'", ha bromeado.