QUITO (AP) — Los candidatos presidenciales de Ecuador Luisa González y Daniel Noboa aprovecharon el miércoles las últimas horas de campaña electoral para acercarse a los votantes de la capital, en un intento de convencer a los indecisos en la recta final antes del balotaje del domingo.
Más de 13,45 millones de ecuatorianos convocados a las urnas deberán elegir entre el joven y acaudalado Noboa —arriba en las encuestas— y la izquierdista González para suceder al actual mandatario Guillermo Lasso, hasta mayo del 2025, cuando termina su mandato. Estos comicios anticipados derivan de la decisión del ejecutivo de disolver la Asamblea y acortar su período presidencial.
Noboa, quien debutó en una lid presidencial, participó el miércoles en una caravana que inició en el sur de la capital. Usando chaleco antibalas y con resguardo militar, el candidato circuló en un camión por algunas calles alzando el puño al llamado de sus simpatizantes que le gritaban por su nombre.
El recorrido tenía previsto llegar a una popular tribuna del norte de Quito donde se esperaba su intervención, pero no arribó hasta el punto fijado, sin que se conocieran las causas.
En las últimas horas, el postulante de 35 años, llamó la atención porque su campaña puso en circulación miles de figuras de cartón con su imagen de tamaño natural que causó sensación y fue tendencia en redes sociales.
Para la coordinadora de Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande de Guayaquil, Andrea Endara, los candidatos han ejecutado una campaña “más fresca” en segunda vuelta, con la que buscan mantenerse presentes en la ciudadanía, a pocas horas de que empiece el silencio electoral a partir del jueves a medianoche.
González ha apuntado a mostrar una cara “más amable”, más cercana a la gente “y más alejada de Correa”, su mentor y expresidente (2007-2017), mientras Noboa se mantiene en redes sociales y con esas figuras de cartón “hace que la gente se divierta y lo tenga mucho más presente”, dijo Endara en diálogo con The Associated Press.
Tras el cierre en Quito, el jueves agotarán su última jornada de campaña en provincias de la costa del Ecuador con importante cantidad de votantes.
Por su parte, González arrancó el miércoles en Azuay, a unos 300 kilómetros al sur de Quito, avanzó hacia otro punto de la sierra y en la noche concluyó la campaña en una masiva concentración en un barrio popular.
La lluvia y el frío acompañaron a cientos de simpatizantes en una convocatoria donde la candidata los llamó a “reconstruir la Patria”. “La repuesta al abandono, querido Quito, querido Ecuador, va a ser en las urnas”, dijo ante la multitud que la arengaba.
En su discurso, González aludió indirectamente a su acaudalado contrincante y señaló que “quien nunca ha pasado hambre, quien no ha peleado por un turno en un hospital público (…) no sabe nuestras necesidades, porque ni siquiera sabe cómo vivimos”.
Ondeando la bandera de Ecuador y acompañada de su binomio vicepresidencial, Andrés Arauz, la abogada de 45 años concluyó el acto político en la capital.
Cuando las aguas se calmen y la campaña concluya, la analista Endara recuerda que cualquiera de los candidatos que gane la presidencia se encontrará con un país “sumamente convulsionado”, “con instituciones muy débiles”, en el que su reto será luchar por conseguir “gobernabilidad porque ninguno tiene una mayoría” y deberán tender puentes especialmente con la Asamblea.
“No tengo duda que van a buscar la reelección”, analizó la catedrática.
La campaña presidencial de Ecuador en 2023 quedó marcada con el asesinato del candidato Fernando Villavicencio a pocos días de la primera vuelta, en un hecho que conmocionó al país andino agobiado por la violencia que viene creciendo en los últimos años y que en su último episodio sorprendió con el asesinato de siete de los 13 procesados por el magnicidio de Villavicencio.
