CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Martin Scorsese llevaba años interesado contar una historia sobre alguna etnia indígena americana, pero no se sentía suficientemente preparado. También se había negado a hacer un western, pero cuando leyó “Killers of the Flower Moon” (“Los asesinos de la luna”) de David Grann, encontró una historia perfecta.
En “Killers”, que se estrena este fin de semana en salas VIP de México y debuta en cines el próximo jueves, los indígenas osage son un pueblo próspero y poderoso gracias a los yacimientos de petróleo encontrados en su territorio en Oklahoma, y a diferencia de muchos westerns, ellos son las víctimas de los blancos codiciosos que se quieren aprovechar, y no al revés.
“Está basada en amor, confianza y traición”, dijo Scorsese la víspera en una conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México en la que también estuvo presente el director de fotografía mexicano Rodrigo Prieto.
El filme retrata la historia de amor de la década de 1920 entre Mollie (Lily Gladstone), una heredera indígena de una gran fortuna petrolera, y Ernest (Leonardo DiCaprio) un blanco que llega herido tras la Primera Guerra Mundial sin nada de pertenencias. El tío de Ernest, William Hale (Robert De Niro), es uno de los pocos blancos ricos de la región, convive con los osage y se dice su amigo.
Hale recomienda a Ernest trabajar como chofer y también le hace ver que Mollie está soltera. Ernest no puede ocultar su interés por el dinero de Mollie y ella lo detecta, y a pesar de esto se enamoran. La historia de Mollie y Ernest es real, la pareja tuvo tres hijos, pero detrás de su aparente normalidad familiar, hay una serie de muertes sospechosas por dinero.
“Muchos de los que ven frente a la cámara y algunos de los que estuvieron detrás de cámara son descendientes de estas personas, siguen ahí”, indicó Scorsese. “No es tan sencillo como una víctima y un villano, ellos señalaban que Mollie y Ernest estaban enamorados”.
Scorsese necesitó años para tener la confianza de los osage y comprender su cultura para retratarla fielmente. A los osage les preocupaba cómo se haría la película y quién iba a hacerla. También temían que su voz se perdería. Pero sintieron confianza cuando supieron que él sería el director, aunque se mantenían en guardia. Esta resistencia se fue rompiendo en un proceso con varios encuentros con la comunidad.
“Comenzamos con precaución y con la guardia puesta. Pero Martin nos dijo que iba a trabajar en nuestra tierra, con nuestra cultura y nuestro idioma y lo hizo, y cuando empezó a ser honesto con nosotros y demostrarlo, las familias y las comunidades lo invitaron a cenas. Nos encanta comer, así que empezó a ir a más y más cenas y la gente le contaba su historia”, afirmó a The Associated Press el jefe principal de los osage, Standing Bear, en su paso por la alfombra roja de la película.
“Es una historia real, creemos que estaban enamorados, ¿pero qué clase de amor tenía Ernest si estaba matando?”, agregó Standing Bear. “¿Cómo puedes tener un amor así y una traición así?, ¿qué significa?, y de eso se trata la película”.
En la producción participaron indígenas osage. Scorsese quería conocer más de la cultura, incluir rituales como funerales, bautizos, bodas, casi que fuera casi como un documental. El filme termina con una toma aérea de una danza ceremonial circular con tambores.
Gladstone, quien tiene origen indígena, pero de las etnias siksikaitsitapi y nimíipuu; DiCaprio y De Niro tienen diálogos en idioma osage.
“Trabajaron tan duro, era digno de admirarse”, señaló Standing Bear. “Fue capa por capa y el resultado es mejor que cualquiera de nosotros hubiera imaginado”.
En 2019 realizaron un gran casting con el pueblo osage en Oklahoma para el que convocaron a unas 2.500 personas, entre las cuales eligieron a actores y extras.
“Estas son sus historias, estamos contando la historia de sus ancestros y ellos lo sienten en su alma más que cualquier actor podría”, dijo a AP la directora de casting de talento indígena, Rene Haynes. “Sus actuaciones le dan mucha verdad a la película”.
Haynes conocía a Gladstone desde que la eligió para su primer filme “Winter in the Blood” de 2013, y no dudó en presentarla a Scorsese para interpretar a Mollie.
“Hay una dignidad, elegancia y orgullo que se ve en esas fotografías originales de Mollie y Lily tiene eso, ella hace un trabajo hermoso en la película”, señaló.
El filme también contó con la asesoría de Julie O’Keefe para los vestuarios indígenas. Ella es osage e investigó con sus fotografías familiares y en el museo tribal de los osage, uno de los más viejos de Estados Unidos, fundado en 1960.
Originalmente, Scorsese pensaba que la historia estaría enfocada en el origen del FBI, que como una de sus primeras labores debió investigar las muertes de los osage, y que su protagonista sería un agente interpretado por DiCaprio, pero con el tiempo el actor le pidió al director dar vida a Ernest, lo que llevó a cambiar el guion. El papel del agente del FBI recayó en Jesse Plemons.
Ese no fue el único cambio del guion escrito por Scorsese y David Grann, cuando la película estaba siendo filmada seguían cambiando escenas, improvisando diálogos, hasta el final del rodaje. Otra de sus características es su duración, con 3,5 horas es uno de los filmes más largos de Scorsese.
“Quería ponerle capas, como un bolero hasta que al final (sale disparado)”, dijo el director.
Dentro de todos estos cambios, una de sus constantes es su colaboración con Robert de Niro, astro de sus filmes “Raging Bull” (“Toro salvaje”), “Taxi Driver” y “Mean Streets” (“Calles peligrosas”); a quien conoció cuando ambos tenían 16 años y vivían en el barrio neoyorkino de Bowery. Scorsese calificó su barrio como similar al de “Los Olvidados” de Buñuel, donde muchos hombres y mujeres morían en la calle.
De Niro “es la única persona en nuestra industria que sabe quién soy y sabe de dónde vengo”, dijo Scorsese. “La pobreza estaba con nosotros en todas partes”.
“Con Leo (DiCaprio), aunque hay una diferencia de edad de 30 años (con De Niro) tiene una sensibilidad similar y la misma valentía, creo”, señaló Scorsese sobre el protagonista de sus filmes “Wolf of Wall Street” (“El lobo de Wall Street”), “The Aviator” (“El aviador”) y “Gangs of New York” (“Pandillas de Nueva York”).
“Venimos de lugares donde la violencia es una forma de expresión seria y esta película (“Killers”) es una historia violenta, pero la violencia puede venir también con una sonrisa y amor y es engañosa”, dijo.
A sus 80 años, Scorsese sigue preguntándose qué es el cine, al que entiende como tratar de retener algo escurridizo como la vida.
“Nunca lo logras, nunca estarás satisfecho”, dijo. “Estoy tratando de capturar algo que al final de cuentas no existe porque para verlo necesitas electricidad, necesitas luz. Quizá lo que existe es la creación de la película y tu reacción es lo que existe y quizá lo que se queda vivo en tu mente”.