DETROIT (AP) — El sindicato automotriz United Auto Workers no extenderá por ahora su huelga a otras fábricas, pero su presidente advierte que podría haber nuevos paros en cualquier momento.
Hasta esta semana el sindicato había extendido la huelga a nuevas plantas los viernes. Pero el presidente Shawn Fain dijo a los trabajadores en un video en vivo que las empresas estaban aprovechando el sistema y esperando a los viernes para avanzar en las negociaciones.
“Pararemos las plantas cuando lo consideremos necesario, donde lo consideremos necesarios, con escaso aviso”, subrayó Fain el viernes por la mañana. “No nos atenemos a una pauta o un sistema que dé a las empresas un día o una semana adicionales. Ellas saben lo que debe suceder y saben cómo hacerlo”.
Fain destacó que el sindicato está negociando con General Motors y Stellantis, la fabricante de Jeep. Pero criticó a Ford, que el jueves informó que ha llegado al límite del dinero que gastará para poner fin a la huelga.
“Encontré una ironía patética en esa declaración”, dijo Fain, y añadió que son los trabajadores quienes han llegado al límite al no recibir aumentos durante una década y ceder lo que llamó la seguridad del retiro.
Los paros en las automotrices de Detroit comenzaron el 15 de setiembre, en una planta de ensamblaje de cada empresa. Luego se agregaron 38 almacenes de autopartes de GM y Stellantis y una planta de ensamblaje de Ford y GM. El miércoles, el UAW agregó sorpresivamente una enorme fábrica de camionetas y SUV en Kentucky.
Unos 33.700 trabajadores de las tres empresas están en huelga. Los analistas creen que las proveedoras de autopartes, sobre todo las más pequeñas y sin grandes reservas de dinero, sentirán los efectos a medida que se prolonga la huelga.
Los trabajadores reclaman marcados aumentos salariales, ajustes por aumento del costo de la vida, planes de pensión para todo el personal, poner fin a las distintas escalas salariales y promesas de fabricación de vehículos nuevos en el país para tener estabilidad laboral.
