Brad Dean, de Manchester (Inglaterra, Reino Unido), había ido a tomar un brunch sin fondo en el barrio norte de la ciudad con unos amigos.
Cuando la borrachera se apoderó de él, este ejecutivo de desarrollo empresarial de 21 años decidió probar a bailar en la calle.
Sin embargo, sus vaqueros se engancharon en cuanto empezó a bailar, rasgándoselos y dejándole con un revelador fallo de vestuario.
Cuando se le preguntó si el incidente había afectado a su noche, Brad dijo: "¡Seguí con la noche y los llevé rotos!".
