MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
"Pido un alto el fuego humanitario inmediato para brindar tiempo y espacio suficientes para ayudar a hacer realidad mis dos llamamientos y aliviar el sufrimiento humano que estamos presenciando. Demasiadas vidas --y el destino de toda la región-- están en juego", ha declarado en el III Foro de la Nueva Ruta de la Seda.
Guterres, antes de llegar a Pekín, pidió al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás) que liberase de forma "inmediata e incondicional" a los rehenes y solicitó a Israel el "acceso irrestricto de la ayuda humanitaria" a Gaza para "responder a las necesidades más básicas" del pueblo palestino.
"Soy plenamente consciente de los profundos agravios del pueblo palestino después de 56 años de ocupación. Por muy graves que sean, no pueden justificar los actos de terrorismo contra civiles cometidos por Hamás el 7 de octubre que condené de inmediato. Esos ataques no pueden justificar al castigo colectivo del pueblo palestino", ha explicado.
En este sentido, se ha mostrado "horrorizado" por los cientos de muertos por el bombardeo israelí en el hospital de Al Ahli, en el norte de Gaza, y ha alertado de que "la región está al borde del precipicio".
"Cada uno de mis llamamientos humanitarios tiene un valor en sí mismo. No son moneda de cambio. Son simplemente lo correcto", ha agregado el secretario general desde Pekín.
La relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, reprochó este domingo que nadie más aparte de ella haya pedido desde la ONU un alto el fuego en Oriente Próximo, tampoco el secretario general del organismo, António Guterres.
"Me preocupa porque, por una parte, hay responsables israelíes diciendo que quieren eliminar a Hamás, pero lo que vemos en la realidad es que miles de personas, incluidos niños, mueren o resultan heridos (...) Israel debería explicar a la ONU cómo pretende llevar a cabo el 'desmantelamiento' de Hamás", afirmó.
El sábado Albanese ya advirtió de que los palestinos corren un grave peligro de acabar como víctimas de una nueva "limpieza étnica en masa" que haría palidecer a la Nakba (la Catástrofe), esto es, la huida de cerca de 700.000 personas de sus hogares --hacia Cisjordania, la Franja de Gaza y países de la región-- tras la creación en 1948 del Estado de Israel.