En este momento es imposible argumentar que los Dolphins no tienen el mejor ataque de la NFL. El único debate, si acaso, es si Miami está listo para entrar en la conversación de las mejores ofensivas de la historia.
Lo que hagan o dejen de hacer el domingo por la noche en casa del campeón vigente de la Conferencia Nacional ayudará a despejar la interrogante.
Así como es indiscutible la pegada que tiene Miami — primera en puntos, yardas totales, yardas aéreas, touchdown por pase, yardas terrestres, touchdown por tierra, y primero y diez — tampoco quedan muchas dudas de que la primera derrota en la temporada de los Eagles fue una llamada de atención a tiempo.
Ahora Filadelfia tienen una oportunidad de oro para demostrar que el revés del domingo ante los Jets fue sólo un bache en el camino y no el inicio de una tendencia.
“Es sólo cuestión de mentalidad. No me voy a quedar aquí sentado a decir que ya hemos pasado por esto o algo por el estilo, pero es la verdad”, dijo el quarterback Jalen Hurts tras la sorpresiva derrota 20-14 ante Nueva York, en la que lanzó tres intercepciones.
“Pero pienso que es sólo cuestión de cómo respondemos y eso empieza conmigo”, añadió.
Cuidar el balón sería un buen comienzo. A pesar de que Filadelfia tiene la quinta mayor cantidad de puntos en la temporada, Hurts es segundo en la liga con siete intercepciones. Si bien Miami no se caracteriza como un bastión defensivo o siquiera oportuno, el ataque de los Eagles buscará mantenerse al paso que marquen los Dolphins.
Para ello, Filadelfia necesita jugar por nota cuando tenga el balón, echar mano del segundo mejor ataque terrestre de la liga y controlar el reloj. No hay muchas más opciones cuando se trata de frenar a los Dolphins.
Sólo cinco equipos en la historia han anotado más que Miami en los primeros seis duelos de una temporada, y los Dolphins son uno de dos conjuntos (Colts en 1958) con al menos 15 touchdowns por tierra y aire a estas alturas de la campaña.
La mancuerna que conforman el quarterback Tua Tagovailoa, compañero de Hurts en la Universidad de Alabama, y el receptor Tyreek Hil (42 recepciones y 814 yardas) podría relamerse los bigotes ante una defensiva perimetral de Filadelfia que ha tolerado 11 pases de touchdown.
LIONS (5-1) en BALTIMORE (4-2)
Detroit está en una misión por reescribir su historia. Hasta ahora, no podría pedir más. Con su victoria de la semana pasada, los Lions hilvanaron cuatro triunfos por al menos 14 puntos por primera vez en la historia de la añeja franquicia, que se remonta a 1934.
Aunque notable, ese dato palidece en comparación con el hecho de que Detroit es el tercer equipo con mejor marca en toda la NFL desde la semana 9 de la campaña anterior (13-3), sólo detrás de pesos pesados como San Francisco y los campeones Chiefs.
Los Lions buscarán demostrar que se encuentran en esa misma categoría el domingo cuando viajen a Baltimore para un duelo entre líderes divisionales. Ante la cuarta mejor defensiva de la liga, intentarán dejar claro que esos números no son obra de un calendario que muchos podrían percibir accesible.
Las lesiones de los dos principales corredores de Detroit — David Montgomery y Jahmyr Gibbs — sin duda serán un factor para un equipo que se distingue por su equilibrio, como lo demuestran sus 203 pases por 187 acarreos. Sin embargo, una de las mejores líneas ofensivas de la liga es un arma conveniente cuando se enfrenta a un conjunto de Baltimore que encabeza a la NFL con 24 capturas de quarterback.
No sólo eso. Los Ravens han concedido apenas cinco touchdowns y son el segundo mejor equipo en defender sus últimas 20 yardas. Eso, junto con un poderoso ataque terrestre encabezado por el quarterback Lamar Jackson, les da la oportunidad de controlar el tiempo de posesión y limitar el daño.
STEELERS (3-2) en L.A. RAMS (3-3)
El primer punto en la agenda de Pittsburgh es revivir a la tercera peor ofensiva de la liga. El segundo es sobreponerse a una semana de descanso en la que el resto de sus rivales divisionales se granjearon triunfos.
Dos misiones por demás complicadas. Pittsburgh anota apenas 18,6 puntos por encuentro en cada una de sus tres victorias y tan sólo 6,5 en sus dos reveses. La defensiva, aunque una de las mejores con sus 11 robos de balón, ha permitido un total de 60 puntos en las dos derrotas del equipo y es la antepenúltima en yardas admitidas. ¿La buena noticia? Los Steelers han ganado sus últimos seis partidos después de la semana de descanso.
El domingo por la tarde viajan a Los Ángeles para enfrentarse a unos Rams que, aunque inconsistentes, han demostrado su pegada en ambos lados del balón. La defensiva ha permitido 23 puntos o menos en cinco de sus seis encuentros, mientras que el pasador Matthew Stafford comanda a la sexta mejor ofensiva aérea de la liga.
En total, los Rams tienen a tres receptores que superan las 250 yardas en la campaña y tendrán enfrente al séptimo peor perímetro de toda la NFL. Sin embargo, la ausencia por lesión del running back Kyren Williams supondrá una sensible baja.
EL RESTO
La semana 7 de la temporada regular comenzó el jueves, con la victoria de los Jaguars de Jacksonville, por 31-24 sobre los Saints de Nueva Orleáns.
La acción continúa el domingo con los siguientes encuentros: Raiders (3-3) en Chicago (1-5); Browns (3-2) en Indianápolis (3-3); Bills (4-2) en N. Inglaterra (1-5); Commanders (3-3) en NY Giants (1-5); Falcons (3-3) en Tampa Bay (3-2); Cardinals (1-5) en Seattle (3-2); Packers (2-3) en Denver (1-5); y Chargers (2-3) en Kansas City (5-1).
La jornada concluye el lunes con la visita de los 49ers (5-1) a Minnesota (2-4). San Francisco busca levantarse de la primera derrota en temporada regular del quarterback Brock Purdy. Los seis partidos de los Vikings esta campaña se han definido por ocho puntos o menos.
Bengals (3-3), Cowboys (4-2), Titans (2-4), Jets (3-3), Panthers (0-6) y Texans (3-3) tienen semana de descanso.
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El periodista de Associated Press Dan Gelston contribuyó con este despacho desde Filadelfia.