QUITO (AP) — El gobierno de Ecuador declaró el miércoles en emergencia el sector eléctrico del país en medio de una época de estiaje y un inusitado incremento de la demanda del servicio, informó el Ministerio de Energía.
Con la medida se busca precautelar la provisión del servicio de manera “estable” en todo el territorio ecuatoriano, al acelerar los tiempos de contratación y optimizar los recursos de las empresas eléctricas del país, señaló un comunicado del Ministerio de Energía.
Debido al fenómeno climático El Niño, Ecuador afronta un período de estiaje caracterizado por la baja de los caudales y la disminución de lluvias en la cuenca amazónica que alimentan las principales centrales hidroeléctricas del país, que actualmente producen el 76% de energía frente a un 95% en épocas de normalidad, según cifras de la Corporación Nacional de Electricidad (CENACE).
A inicios de octubre, el gobierno anunció desconexiones puntuales de electricidad que aseguró que “no tienen relación con racionamiento energéticos” y que se daban debido a operaciones de mantenimiento que realizaría Colombia que abastecía energía a Ecuador.
Sin embargo, la medida quedó sin efecto tras un anuncio del ministro de Energía, Fernando Santos, quien dijo que “el país puede estar seguro que no habrá apagones”, tras la suspensión del mantemiento previsto por el vecino país.
Un día antes, la capital afrontó apagones durante una hora y media.
Aunque el período de estiaje se produce regularmente entre octubre y marzo de cada año, las autoridades han asegurado que el fenómeno se adelantó desde septiembre, a lo que se sumó un incremento de la demanda eléctrica que ha llegado hasta un 12% con relación al 2022.
Esto motivó a Ecuador a comprar energía a Colombia. Sin embargo, el vecino país del norte ha limitado sus ventas y ha incrementado sus costos, añadió el comunicado de Energía.
El gerente de la Corporación Eléctrica de Ecuador, Gonzalo Uquillas, había declarado en medios de comunicación que la tarifa de energía adquirida en Colombia en septiembre varió entre 0,25 a 0,30 centavos de dólar por kilovatio hora, cuando en Ecuador el costo es de 0,09, por lo que la importación resultó costosa.
Esa operación representó un pago de 20 millones de dólares semanales, declaró Uquillas. En 2022, las importaciones de energía desde ese país representaron 200 millones de dólares, precisó.
Sin embargo, el acuerdo ministerial por el cual se decreta la emergencia, señala en sus motivaciones que Colombia en los últimos días ha ofertado generación termoeléctrica, es decir, que consume combustible, “con precios de orden de 380 USD/ Mwh (dólares por megavatios hora) y que impactan fuertemente en las empresas del sector”.
Agrega que la compra no se puede realizar a Perú, como estaba previsto, debido a su “falta de excedencia energética exportable”.
Además, se dispone a la Corporación Eléctrica de Ecuador (CELEC) que realice las acciones necesarias para la “incorporación de la generación adicional emergente de energía eléctrica” como contrataciones para el “suministro, construcción y puesta en servicio de los sistemas de interconexión”.
El parque termoeléctrico de Ecuador tiene una capacidad de generación de 1.500 megavatios, sin embargo, no se encuentra disponible al 100% debido a fallos en sus motores.
La declaratoria de emergencia dispone además la adquisición para el “abastecimiento de gas natural” a la empresa Termogas de Machala, con el fin de que opere en su máxima capacidad. Según había mencionado el gerente Uquillas, se requerirían 45 millones de pies cúbicos diarios de gas natural por seis meses para cumplir este objetivo.
El ex ministro de Energía, René Ortiz, considera que la declaratoria permitirá al país andino adquirir el equipamiento y el abastecimiento de combustible para la generación térmica que soporte la baja de producción en las centrales hidroeléctricas.
En declaraciones a The Associated Press, citó como ejemplo la importación de gas natural por seis meses, mientras dura el estiaje, para abastecer la planta de Machala Power que aportará unos 230 megavatios o la adquisición de 50 motores para Termoesmeraldas, que aportará 150 megavatios.
Aseguró que el decreto es “pertinente y necesario”, porque las entidades del Estado requieren un respaldo jurídico que cubra dichas importaciones de gas natural y diésel, que se solicitan para evitar racionamientos.
Actualmente, la demanda de electricidad es de 4.510 megavatios por día, frente a la víspera que fue de 4.362. En lo que va de 2023, el pico de demanda diario se ha situado en casi 4.700 megavatios, según CENACE.