WASHINGTON (AP) — Los republicanos descartaron abruptamente el viernes a Jim Jordan como su candidato a la presidencia de la Cámara de Representantes, después de que el aliado de Donald Trump fracasó estrepitosamente en una tercera votación por el cargo.
La decisión tomada a puerta cerrada dejó a los republicanos abatidos, frustrados y hundiéndose aún más en la confusión, tras completar otra semana sin un presidente de la Cámara de Representantes, algo que roza una crisis en toda regla. Los legisladores republicanos no tienen un plan realista o que funcione para unir a la fracturada mayoría de su partido, elegir un nuevo presidente y retomar el trabajo legislativo que ha estado languideciendo desde que los partidarios de la línea dura expulsaron a Kevin McCarthy a principios de mes.
Tras la decisión, Jordan se limitó a decir de sus colegas: “Les planteamos la cuestión y tomaron una decisión diferente”.
Jordan, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, dijo que los republicanos de la cámara baja ahora tienen que cerrar filas y “decidir quién va a ser nuestro presidente”.
Los republicanos, cuyo control mayoritario se tambalea, abandonaron la sesión privada culpándose unos a otros de las divisiones que han creado. Los próximos pasos eran muy inciertos, ya que un amplio abanico de legisladores republicanos empezaron a postularse para el cargo.
Pero parece que nadie por el momento puede hacerse con la mayoría del Partido Republicano, lo que dejaría a la Cámara de Representantes sin presidente e incapaz de funcionar en un futuro previsible, lo que representa un golpe vergonzoso para una de las ramas del gobierno de Estados Unidos.
“Estamos en un muy mal lugar en este momento”, manifestó McCarthy.
El líder de la mayoría, Steve Scalise, dijo que “empezarían de nuevo” el lunes. Los nuevos nominados se presentarán en un foro de candidatos y en votaciones internas del partido.
Exasperado por la falta de soluciones fáciles a la vista, el representante Mark Alford, un estudiante de primer año de Missouri, no fue el único en expresar su enfado y decepción.
“Dejé mi carrera para venir aquí a hacer algo por Estados Unidos, a reconstruir nuestro ejército, a controlar el gasto, a proteger nuestra frontera... y aquí estamos, en estas arenas movedizas”, expresó.
En una votación celebrada el viernes por la mañana, la tercera en la que Jordan intentó ser elegido presidente, perdió a 25 colegas republicanos, peor de como le había ido a principios de semana, lo que lo dejó lejos de la mayoría necesaria.
La candidatura de Jordan, fundador de la bancada derechista Freedom Caucus de la Cámara de Representantes, se vino abajo en gran parte porque los republicanos más centristas se rebelaron contra el candidato, al que consideran demasiado extremista, y contra las tácticas utilizadas para ganarse sus votos. Han sido bombardeados con llamadas telefónicas de acoso e incluso han denunciado amenazas de muerte.
Para ganarse a sus colegas republicanos, Jordan había contado con el respaldo de Trump, el favorito para ganar la nominación presidencial de su partido para las elecciones de 2024, y de grupos que presionan a los legisladores de base para que voten. Pero no fue suficiente y, de hecho, fue contraproducente en algunos casos.
La votación del viernes fue de 194 votos por Jordan, su resultado más bajo, y 210 por Jeffries, con dos ausencias por cada lado.
