MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
De acuerdo con la investigación, "incitó a los fieles con sus declaraciones a la enemistad nacional, regional y religiosa", señala la Fiscalía, por lo que será también juzgado por un delito de discriminación por credo, raza y nacionalidad.
"El sacerdote hizo declaraciones que justificaron las acciones del Estado agresor. En sus discursos, insultó repetidamente los sentimientos religiosos de los ucranianos, humilló las opiniones de los creyentes de otras religiones y trató de crear actitudes hostiles hacia ellos", ahonda el comunicado de la Fiscalía.
El pasado 1 de abril, el religioso fue detenido por las autoridades ucranianas, que decretaron un arresto domiciliario, que finalmente pudo sortear tras pagar a principios de agosto una fianza de 33 millones de grivnas, (unos 850.000 euros).
La Iglesia Ortodoxa Ucraniana dependía formalmente de Moscú, pero tras la invasión criticó la operación militar rusa y finalmente en mayo declaró su independencia tras siglos supeditada a Rusia.