MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El ataque de este domingo es el último de una serie de operaciones contra bases con presencia estadounidense en Siria e Irak. La de Al Asad fue en su día la segunda base aérea para despliegues estadounidenses más importante de Irak durante la invasión que comenzó en 2003, la llamada operación "Libertad Iraquí".
De momento no se tiene constancia de víctimas en este ataque a la base -- también objetivo de otro bombardeo el pasado jueves -- y las mismas fuentes militares han asegurado a la agencia que las fuerzas estadounidenses todavía presentes en la base (aproximadamente 320 efectivos) permanecerán en la zona.
El ataque ha tenido lugar solo horas después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, informara de una nueva estrategia para reforzar su presencia militar en la región, comenzando por el despliegue de una batería de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) en Israel.
Austin también ha redirigido el movimiento del Grupo de Ataque del Portaaviones USS 'Dwight D. Eisenhower' al área de responsabilidad del Comando Central, que se suma al grupo de ataque de portaaviones USS 'Gerald R. Ford', que actualmente opera en el Mediterráneo Oriental.
Además del sistema de defensa aérea y el redespliegue marítimo, Austin también ha anunciado la colocación de "un número adicional de fuerzas en estado reserva para desplegar órdenes como parte de un plan de contingencia prudente, para aumentar su preparación y capacidad de responder rápidamente según sea necesario".