MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ha pedido este martes poner fin "rápidamente" a la investigación sobre la colisión entre buques chinos y filipinos cerca del atolón de Ayungin, también conocido como Second Thomas, en las aguas en disputa del mar de China Meridional.
Si bien está previsto que la pesquisa sobre el incidente finalice en cuestión de días, el mandatario ha instado a darle carpetazo a la mayor brevedad posible tras una colisión que ha calificado de "peligrosa".
Su petición llega ante la posibilidad de que las autoridades filipinas invoquen su pacto en materia defensa con Estados Unidos para proteger su territorio. Marcos se ha pronunciado así durante una reunión con los altos cargos de seguridad del país asiático para abordar el incidente, que tuvo lugar el domingo.
"Este incidente, provocado por maniobras peligrosas, ilegales e imprudentes de los guardacostas chinos, ha causado daños a un buque filipino que se encontraba en nuestra zona económica exclusiva. El caso ha sido tomado en serio al más alto nivel del Gobierno", ha indicado la Presidencia en un mensaje difundido a través de Facebook.
El recién nombrado jefe de la Guardia Costera de Filipinas, el almirante Ronnie Gil Gavan, ha declarado que está previsto que los resultados de la pesquisa se conozcan en cuestión de días.
"Presentaremos el informe de nuestra investigación a través de nuestro Departamento de Transporte, para su disposición final", ha dicho después de que el Gobierno acusara a los guardacostas chinos de colisionar de forma "intencionada" con sus embarcaciones cuando estas se encontraban en una misión de reabastecimiento en el atolón, donde hay desplegadas tropas filipinas a bordo de un buque de guerra encallado desde hace más de dos décadas.
Por su parte, Pekín ha afirmado que fueron los barcos filipinos los que "chocaron peligrosamente" contra sus guardacostas, si bien apuesta también por resolver el asunto por la vía diplomática.
El Ministerio de Exteriores convocó el lunes al embajador chino en Filipinas para condenar el incidente, mientras que la Embajada de China en Manila ha pedido al país que deje de "causar problemas y provocaciones" en el mar.
Por su parte, el Gobierno estadounidense ha reafirmado su compromiso con la protección de Filipinas en virtud del tratado de defensa mutua firmado en 1951, mientras que el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ha trasladado a su homólogo filipino, Eduardo Ano, que las aciones de China son "ilegales".
Las autoridades chinas no han tardado en responder a estas declaraciones y han acusado a Washington de "instar descaradamente" a Manila a "atentar contra la soberanía de Pekín".
CONDENA A NIVEL REGIONAL
Tanto Japón como Corea del Sur han criticado cualquier acción "unilateral" que provoque un aumento de la tensión en el Mar de China Meridional, especialmente a raíz del último incidente.
El Ministerio de Exteriores nipón ha indicado que "se opone a cualquier intento unilateral de cambiar el 'status quo' por la fuerza, así como a cualquier acción que aumente las tensiones en el Mar de China Meridional", según un comunicado.
"Japón cree que la cuestión relativa al mar de China Meridional está directamente relacionada con la paz y la estabilidad de la región y es una preocupación legítima de la comunidad internacional, incluido Japón".
Seúl, por su parte, ha expresado también su "preocupación por las acciones unilaterales que aumentan las tensiones" en al zona y que "amenazan la seguridad de los miembros de la tripulación" de estos buques.
"Reafirmamos nuestro apoyo a la paz, la estabilidad y el orden basado en reglas en el mar de China Meridional como una importante vía marítima internacional de comunicaciones, así como a la libertad de navegación y sobrevuelo basada en los principios del derecho internacional, incluida la (Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar) UNCLOS", ha señalado la Embajada surcoreana en Manila.