MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Sudán ha confirmado este miércoles que acepta el reinicio de las negociaciones con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que se celebran en Arabia Saudí y están mediadas por Washington y Riad, si bien ha descartado la posibilidad de un alto el fuego durante las conversaciones en Yedá.
"En respuesta a la cortés invitación por parte del país de acogida del Foto de Yedá, Arabia Saudí y Estados Unidos, para retomar el proceso de negociaciones con las rebeldes RSF, y a partir de la creencia de las Fuerzas Armadas de que las negociaciones son una de las vías para poner fin al conflicto, hemos aceptado la invitación para viajar a Yedá para completar lo previamente acordado", ha dicho.
Así, las Fuerzas Armadas sudanesas han especificado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Facebook que esto implica "la total aplicación" de la Declaración de Yedá para "permitir operaciones humanitarias y la vuelta de la población a una vida normal en las ciudades que los rebeldes han saqueado, incendiado, atacado de forma indiscriminada y donde han violado a civiles".
"Esperamos que los rebeldes cumplan esta vez lo que fue previamente acordado", ha manifestado, antes de incidir en que "el reinicio de las negociaciones no implica un parón en la batalla nacional por la dignidad", descartando de esta forma la posibilidad de un alto el fuego.
En este sentido, ha reseñado que "derrotar y aplastar a esta milicia rebelde es el objetivo del pueblo sudanés y las Fuerzas Armadas están comprometidas con ello para poner al país en el camino correcto", ha zanjado el Ejército sudanés.
Los militares abandonaron el pasado día 27 las conversaciones tras denunciar que las RSF estaban desplegadas en hogares civiles y espacios públicos que negaban a evacuar, en una violación de la llamada Declaración para la Protección de los Civiles firmada el 11 de mayo por ambos bandos menos de un mes después del estallido.
La guerra, que estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir después de 30 años en el poder.
El conflicto ha dejado ya miles de muertos y más de 7,1 millones los desplazados internos en Sudán, lo que convierte al país africano en el que tiene un mayor número de desplazados internos de todo el planeta, según datos de naciones Unidas.