MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La embajadora de España en Israel, Rodica Radian-Gordon, ha descartado por el momento la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de celebrar una cumbre de paz para intentar salir del conflicto en Oriente Próximo y ha destacado que antes los rehenes deben ser liberados y Hamás destruido.
Radian-Gordon, en línea con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha señalado que "ahora no es el tiempo idóneo de hablar de soluciones antes de que, primero que nada, regresen los secuestrados y luego se destruya la infraestructura y todas las bases de Hamás".
"La exigencia es que regresen todos los secuestrados", ha enfatizado la embajadora, que ha presidido este jueves en Madrid en la sede de la Comunidad Judía un encuentro con familiares de algunos de los rehenes que fueron tomados por Hamás durante la sorpresiva y sin precedente ofensiva lanzada el pasado 7 de octubre sobre territorio israelí.
"Pedimos al Gobierno y a la sociedad española que se unan en los esfuerzos para hacer todo lo posible para que estos más 220 ciudadanos israelíes inocentes de todas edades y condiciones regresen a sus casas", ha demandado la diplomática.
"NO NOS CREEMOS A HAMÁS"
Durante el encuentro, los familiares de estas personas han coincidido en señalar la "angustia" en la que se encuentran desde hace más de dos semanas e invitan a la comunidad internacional a imaginar cómo puede sentirse alguien en una situación de esta índole.
Han recordado cómo la ofensiva de Hamás pilló por sorpresa a sus familiares y han relatado emocionados los escenarios de "guerra" que se produjeron durante esas horas en las que los islamistas camparon a sus anchas por los kibutz y en el festival de música que se celebraba a apenas unos kilómetros de la Franja de Gaza.
Sin noticias de ellos, han apelado a la comunidad internacional, a la que "ruegan" que "no callen y exijan la liberación" de todos los rehenes. "Es una responsabilidad de todo el mundo", han dicho.
"Nunca ha habido precedentes de un número de secuestrados tan grande en un conflicto. Se trata de un verdadero crimen de guerra", ha denunciado entre lágrimas Maayan Sigal-Koren, hija de una de estas mujeres tomadas como rehén.
"Para los judíos el sitio más seguro es Israel, pero ya no lo es, mi madre ya no puede volver a su casa", ha lamentado.
Los familiares también han cuestionado la imagen que en los últimos días ha aparecido en los medios de comunicación de una suerte de benevolencia por parte de los hombres de Hamás, cuando compareció ante la prensa Yocheved Lifschitz, la mujer de 85 años, que destacó haber sido bien tratada en todo momento durante su cautiverio
"Estamos muy felices por ellas, pero no sabemos nada, en absoluto, de los demás. Yo personalmente no me creo a Hamás", ha dicho Merav Mor Raviv, cuyos familiares vivían en el mismo kibutz que Lifschitz.
"Es difícil creer en ellos después de lo que hicieron aquel día, documentándolo todo, y que ahora sean gente agradable", ha cuestionado Raviv, que insiste en que se alegran por su liberación, pero la "cuestión" es el que el resto siguen secuestrados.
Todos ellos han destacado durante el encuentro que no son diplomáticos, ni políticos, que solo quieren que sus familiares vuelvan a casa, e instan para ello tanto al Gobierno de Israel como al resto de la comunidad internacional que actúen cuanto antes.
Roberto Meyer, pareja de Yule Ben-Ami --que tiene a su madre retenida--, ha contado que conoce a Iván Illarramendi, el español secuestrado en Israel, de quien ha dicho que es "un alma noble que está pagando un alto precio que no tiene por qué" y "ejemplo de que a Hamás no le importa de donde seas".
Hamás lanzó el 7 de octubre un ataque sin precedentes contra Israel, dejando más de 1.400 muertos y tomando como rehenes a más de 200 personas que habitaban cerca de la frontera. Tras esto, Israel inició una contraofensiva que se ha cobrado ya la vida de más de 7.000 palestinos.