MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Un militar de Kenia adscrito a la fuerza regional de la Comunidad Africana Oriental (EAC, según sus siglas en inglés) ha fallecido en un ataque con mortero en enfrentamientos con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este de República Democrática de Congo.
Las autoridades congoleñas, que han condenado la muerte del militar, han atribuido el ataque al M23, explicando que los rebeldes dispararon un mortero contra las fuerzas regionales. Sin embargo, fuentes locales han negado esta versión y han señalado que se trataba de una bomba de mortero perdida.
Funcionarios consultados por el diario keniano 'The Star', han señalado que, en vez de tratarse de un ataque directo a la base de operaciones avanzada de las Fuerzas Armadas kenianas, se ha tratado de enfrentamientos con el grupo de autodefensa local Wazalendo (Patriotas, en suajili).
"Un (proyectil de mortero) aterrizó accidentalmente cerca de las bases de patrullaje. El militar resultó herido por la metralla resultante del impacto. Desafortunadamente, sucumbió a las heridas", han informado las citadas fuentes.
Sin embargo, el M23 ha emitido un comunicado acusando a las fuerzas gubernamentales de la muerte del militar y han señalado que estas han roto el alto el fuego. En este sentido, han criticado que la comunidad regional e internacional no haya "roto el silencio sobre las masacres perpetradas por las fuerzas de coalición del Gobierno de RDC".
"El M23 condena las continuas violaciones del alto el fuego del Gobierno de RDC (...) y los ataques contra la fuerza regional de la EAC", ha manifestado el portavoz político del grupo armado, Lawrence Kanyuka en un comunicado, en el que asegura que las autoridades están realizando "una limpieza étnica patrocinada por el Estado" que recuerdan a la "Alemania nazi de 1941-1945" o el genocidio de Ruanda de 1994.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
Por su parte, los Wazalendo, de corte nacionalista y formados por jóvenes de la región, se oponen a organismos regionales como la Comunidad Africana Oriental y la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el país, la MONUSCO, que está en proceso de retirarse a finales de año.
