BRUSELAS, 27 (EUROPA PRESS)
Los líderes han apremiado así a sus ministros de Economía y Finanzas a resolver el expediente que dotará a la UE de nuevas reglas fiscales más flexibles y con una senda de reducción gradual de la deuda, aunque sin ofrecerles una orientación política que les guíe en sus esfuerzos.
El calendario que maneja ahora la presidencia española retrasó a la próxima reunión de ministros del 9 de noviembre su objetivo de iniciar la negociación en base a un texto legislativo, aunque estaba inicialmente previsto que los presentase en la pasada reunión de octubre.
Fuentes diplomáticas ya aseguraron que la presidencia "no contempla un escenario sin un acuerdo" y que está dispuesta a hacer "cualquier cosa que sea necesaria por su parte", considerando también la posibilidad de celebrar reuniones de ministros adicionales para cerrar el acuerdo "lo antes posible".
Sin embargo, París y Berlín han tomado ahora las riendas del debate al proponerse avanzar "de la mano" en una alianza que permita cerrar un acuerdo bilateral que pueda servir de base al pacto global de los Veintisiete, algo ante lo que España no teme "perder el control", ya que mantiene un contacto "constante" con ambas capitales.
Mientras que el debate a Veintisiete continúa atascado en los puntos de referencia para el déficit y la salvaguardia para el desarrollo de la deuda pública y sus posibles combinaciones, fuentes europeas afirman que desde el Banco Central Europeo (BCE) apuntan que el marco fiscal de la UE "debe promover tanto la sostenibilidad de la deuda como las inversiones necesarias para la competitividad y la resiliencia", en la misma línea que la Comisión Europea.
En este sentido, esas mismas fuentes han precisado que la institución que preside Christine Lagarde considera que un acuerdo antes de finales de año sería una "importante señal de unidad" en un entorno internacional "difícil", en el que Europa necesita "reforzar" la inversión, sobre todo para el futuro digital y ecológico y un "impulso" a la productividad.