SANTIAGO (AP) — Bruna Alexandre quiere romper barreras y asegurar una larga estadía en París el año próximo.
La jugadora de tenis de mesa, que debuta el jueves en los Juegos Panamericanos, busca formar parte del equipo de Brasil tanto en los Juegos Olímpicos y los Paraolímpicos en París, algo que le mantendría ocupada en Francia entre fines de julio e inicios de septiembre.
Alexandre, de 28 años, quiere incrementar el grupo de cinco deportistas que, según el Comité Paraolímpico Internacional, que ha participado en ambas competiciones en el mismo año: la neozelandesa Neroli Fairhall (tiro con arco); el polaco Natalia Partyka (tenis de mesa); los sudafricanos Natalie du Toit (10 km en nado de aguas abiertas) y Oscar Pistorious (400 metros en atletismo); y la iraní Zarah Nemati (tiro con arco).
Tercera en el ranking del tenis de mesa femenino en Brasil, Alexandre sería la primera deportista del continente americano que entraría en ese exclusivo grupo si es convocada al equipo olímpico. Ya sacó su boleto para los Paraolímpicos.
Varios otros han competido en ambas justas, pero no en el mismo año. La belga Sonia Vettenburg, una corredora en silla de ruedas también participó en tiro. También están la tiradora Paola Fantato y la lanzadora de bala con discapacidad visual Assunta Legnante, ambas italianas. La otra es la estadounidense Marla Runyan, atleta con discapacidad visual.
Alexandre cuenta que nunca supo lo que era tener un brazo derecho: se lo amputaron cuando tenía tres meses de edad por una trombosis. Siempre ha hecho lo que quiere y salir a donde quiere.
“Siempre he estado en la actividad deportiva en mi vida, fútbol bajo techo, skateboarding, ciclismo”, dijo Alexandre a The Associated Press en Santiago esta semana. “Empecé con el tenis de mesa a los siete meses, ya que mi hermano lo jugaba y tenía que llevarlo a casa".
Se encuentra entre las cinco mejores del mundo en el ranking paraolímpico, pero es la 220ma en el escalafón olímpico. Tiene que estar entre las 80 mejores para clasificarse a los Juegos de París.
Al competir en el torneo femenino de equipos, Alexandre ganó dos partidos de dobles junto a Giulia Takahashi para avanzar a los cuartos de final.
Durante sus prácticas en Santiago, los analistas comentaron que Alexandre no tiene la misma movilidad de piernas como otras y su saque de un mano no es tan efectivo. Pero le pega fuerte y se defiende muy bien.
“Estar en el equipo olímpico me ayuda para competir con el Parolímpico”, dijo Alexandre “En los Paraolímpicos puedo sobrellevar y defender con más frecuencia. No puedo hacer en los Juegos Olímpicos, tengo que atacar más, ser más rápido y más activa”.
Lleva participando en disciplinas paraolímpicos desde que tenía 13 años. Se mudó de la ciudad sureña de Criciuma a Sao Caetano cerca de Sao Paulo a los 16 años. Trabaja con el Comité Olímpico de Brasil, que cuenta con uno de los pocos jugadores en el mundo, Hugo Calderano, capaces de desafiar a los mejores de China, la potencia del deporte.
Alexandre ya ha ganado una medalla de plata y dos bronces en los Paraolímpicos en Río de Janeiro y Tokio. Aspira al oro en Francia con la ayuda de música brasileña, series de televisión surcoreanas e inspiración de los jugadores de China.
“Busco el oro en los Parolímpicos, pero sueño con los Juegos Olímpicos”, dijo. “Cuesta creer que pueda ser realidad. Tengo que trabajar en mi mentalidad para lograrlo. Muy pocos lo han logrado, llegar a los Juegos Olímpicos es algo muy difícil de conseguir para una persona como yo”.
El Comité Paraolímpico Internacional informó en un comunicado a The Associated Press que es demasiado prematuro para adelantar que algún atleta paraolímpico podrá competir en ambas justas en París y que se enfoca “únicamente en que los atletas se destaquen en los Paraolímpicos”.
Alexandre tiene bien claro lo que quiere en Chile. Pudo inscribirse para los Juegos Parapan este mismo noviembre, pero decidió no hacerlo.
“Quiero demostrar que toda persona con discapacidad puede hacer cualquier cosa. Quiero que se vea mi imagen compitiendo en unos Juegos Olímpicos algún día”, dijo. “Esa sería una gran imagen para cualquier persona con una discapacidad, no sólo en Brasil. Quiero demostrar que todo es posible”.