PARÍS (AP) — El ministro francés de Justicia iba a juicio el lunes acusado de utilizar su oficina para ajustar cuentas en disputas personales, un caso sin precedentes que ha planteado preocupaciones sobre el sistema de controles y garantías en la democracia francesa.
El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, ha recibido críticas generalizadas por negarse a renunciar, o al menos hacerse a un lado de su puesto al mando del sistema judicial francés, mientras dure el proceso.
Dupond-Moretti, que antes de ejercer el cargo era un conocido abogado, está acusado de utilizar su posición como ministro para ordenar pesquisas contra magistrados que le investigaron a él, a sus amigos o a antiguos clientes.
Él niega cualquier infracción. Si es condenado de los cargos de conflicto ilegal de interés podría ser condenado a hasta cinco años de prisión y medio millón de euros en multas.
Es la primera vez en la Francia moderna que un ministro del gobierno va a juicio mientras permanece en el cargo, según historiadores legales. Hasta ahora, la norma no escrita era que los ministros renunciaban si eran investigados.
Dupond-Moretti fue nombrado ministro de Justicia por el presidente, Emmanuel Macron, en 2020 y ha dicho que seguirá en su puesto durante el juicio, que se espera termine el 17 de noviembre. La primera ministra, Elisabeth Borne, reiteró su apoyo al ministro el lunes antes de que comenzara el juicio.
El caso se instruye ante una corte especial para supuestas infracciones del gobierno, la Corte de Justicia de la República. Enfrentará a tres magistrados profesionales acompañados de 12 miembros del parlamento, seis de la cámara baja y seis del Senado, que emitirán un veredicto. Hace falta una mayoría de ocho votos para emitir un fallo de culpabilidad y una sentencia.
“Esta situación no tiene precedentes: un ministro de justicia en el cargo es juzgado por la Corte de Justicia de la República por infracciones cometidas mientras ejerce su labor”, indicaron en un comunicado varios sindicatos de magistrados antes del proceso.
“Nuestras organizaciones consideran que esta situación perjudica la credibilidad del ministro de Justicia, y en consecuencia debilita a todo el sistema de justicia”, afirmaron.
Dupond-Moretti está considerado como uno de los abogados penalistas más destacados de Francia y se le conoce por el apodo de “el absolvedor” por su historial de 145 absoluciones. En los últimos 10 años ha participado cada vez más en casos políticos, y sus relaciones con algunos magistrados se han agriado.
Poco después de ser nombrado ministro, abrió investigaciones administrativas contra magistrados encargados de procesos que le han afectado de forma directa: tres magistrados de la fiscalía financiera nacional y un antiguo juez investigador en Mónaco.
Las pesquisas no encontraron infracciones de los cuatros magistrados.