QUITO (AP) — Cientos de policías y militares ingresaron el miércoles a la Penitenciaría del Litoral, considerada la cárcel más peligrosa de Ecuador y escenario frecuente de motines y masacres entre presos, donde desde hace dos días se registraban balaceras y explosiones.
Detrás de una tanqueta militar, con armas largas, automáticas y chalecos antibalas los uniformados avanzaron por el interior de la prisión, de acuerdo con videos difundidos por las Fuerzas Armadas. En fotografías se observaba a cientos de presos en ropa interior tendidos en el suelo.
Desde el lunes en ese centro carcelario se registraban esporádicas balaceras entre reclusos y explosiones. El Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad dijo en un comunicado que como producto de los incidentes dos internos resultaron heridos.
Precisó que los uniformados tienen la misión de “realizar el registro de control de armas, municiones, explosivos y objetos prohibidos al interior de este centro penitenciario y mantener el control externo e interno de estas dependencias”.
Cuando empezaron los incidentes las autoridades evacuaron al personal administrativo de la prisión mientras la policía bloqueaba el tránsito vehicular en la principal vía de acceso. La red de televisión Ecuavisa mostró proyectiles que impactaron en viviendas de urbanizaciones cercanas.
No se conocen otros detalles de la intervención, que se mantiene en proceso.
Los problemas en esa y otras prisiones ecuatorianas suelen producirse, de acuerdo con la policía, por disputas entre bandas criminales que además del control de esos recintos pugnan por el monopolio de rutas y territorios de distribución de drogas con el apoyo de cárteles de México y Colombia.
Ecuador afronta la peor ola de violencia en su historia tanto en las cárceles como en las calles. Desde 2021 se han producido más de una decena de enfrentamientos en los centros penitenciarios que han dejado más de 400 muertos. La masacre más sangrienta se produjo en septiembre de 2021 en la Penitenciaría del Litoral, en la que 119 presos fueron brutalmente asesinados por otros reclusos.
El país se ha convertido en uno de los más violentos de la región con una tasa de homicidios de 25 por cada 100.000 habitantes.
El 9 de agosto fue asesinado a balazos el candidato presidencial Fernando Villavicencio al salir de un mitin y durante ese mes se registró una inédita serie de atentados con coches bomba y otros explosivos caseros en Quito y otras ciudades del país que sumieron a la población en el temor. Además, 57 policías y custodios penitenciarios fueron retenidos en unas seis cárceles.