JAN YUNIS, Franja de Gaza (AP) — Multitudes de familias palestinas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista salían el jueves de Ciudad de Gaza y sus alrededores hacia el sur para escapar de los ataques israelíes y de las tropas terrestres que luchan contra los milicianos de Hamás en densos barrios urbanos. Otros se unieron a decenas de miles que se refugiaron en el hospital más grande de la ciudad, no lejos de los combates.
La ciudad más grande de Gaza es el foco de la campaña de Israel para aplastar a Hamás luego de su mortal incursión del 7 de octubre, y el ejército israelí dice que el principal centro de comando del grupo palestino armado está ubicado dentro y debajo del complejo del Hospital Shifa. El grupo y el personal del hospital niegan esa afirmación.
Un número creciente de personas han estado viviendo en el complejo hospitalario y sus alrededores, con la esperanza de que sea más seguro que sus hogares o los refugios de la ONU en el norte, varios de los cuales han sido atacados repetidamente. Las tropas israelíes se encontraban a unos 3 kilómetros (2 millas) del hospital, según su director.
El acelerado éxodo hacia el sur se produjo cuando Israel acordó establecer pausas humanitarias diarias de cuatro horas y abrir una segunda ruta para que la gente huya del norte, dijo la Casa Blanca. El alcance de las pausas no quedó claro de inmediato. El acuerdo se produjo mientras funcionarios occidentales y árabes se reunían en París el jueves para discutir formas de proporcionar más ayuda a los civiles en Gaza.
Por otra parte, los mediadores trabajaron en un posible acuerdo para un cese del fuego de tres días a cambio de la liberación de alrededor de una docena de rehenes en poder de Hamás, según dos funcionarios egipcios, un funcionario de las Naciones Unidas y un diplomático occidental.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho que cualquier cese del fuego temporal tendría que ir acompañado de la liberación de rehenes. Israel ha dicho que unas 240 personas están cautivas y su difícil situación ha galvanizado el apoyo israelí a la guerra a pesar de las crecientes preocupaciones internacionales.
La posible tregua está siendo negociada por Estados Unidos, Egipto y Qatar, un país del Golfo Pérsico que media con Hamás.
Un alto funcionario estadounidense dijo que Washington ha sugerido que Israel vincule la duración de una pausa a la liberación de un cierto número de rehenes en una fórmula que podría usarse para pausas adicionales. Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato por temor a afectar las delicadas negociaciones en curso.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, se negó a dar más detalles sobre cualquier acuerdo en ciernes en una entrevista con la radio del ejército y dijo: “Recomendaría no hablar sobre lo que hemos acordado; perjudica las negociaciones”.
Mientras tanto, las fuerzas terrestres israelíes peleaban cerca del hospital más grande de Gaza, Shifa, donde las personas que huyen de los combates se refugian junto a los pacientes, según el director general del hospital, Mohammed Abu Selmia.
El ejército israelí dice que el complejo es un centro de mando de Hamás y que altos líderes militantes se esconden allí, utilizando las instalaciones como escudo. Hamás y el personal del hospital dicen que el ejército está creando un pretexto para atacarlo.
Decenas de heridos fueron trasladados de urgencia a Shifa durante la noche, dijo Abu Selmia a The Associated Press el jueves. “Al amanecer, un proyectil cayó muy cerca del hospital, pero gracias a Dios sólo unas pocas personas sufrieron heridas leves”, relató.
La ayuda a gotas que llega a Gaza desde el sur tiene prohibido en gran medida llegar al norte, que lleva semanas sin agua corriente. La oficina de ayuda de la ONU dijo que todas las panaderías del lugar cerraron por falta de combustible, agua y harina. Los hospitales que se están quedando sin suministros realizan cirugías sin anestesia.
Más de dos tercios de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han huido de sus hogares desde que comenzó la guerra, y muchos han acatado las órdenes israelíes de huir a la parte sur del enclave asediado.
Pero las condiciones allí también son terribles. Israel sigue atacando lo que califica de focos terroristas en todo el territorio. Los recién llegados del norte se están apretujando en casas de familiares o en escuelas de la ONU convertidas en refugios donde cientos de miles se refugian.
El éxodo en Ciudad de Gaza y las zonas circundantes en el norte se ha acelerado en los últimos días. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios dijo que 50.000 personas huyeron hacia el sur por la carretera principal de Gaza el miércoles durante un período diario de horas anunciado por el ejército israelí. Hay enfrentamientos y bombardeos cerca de la carretera, y los evacuados informaron haber visto cadáveres en el camino, dijo la oficina de la ONU.
Multitudes de tamaño similar salieron el jueves, según un reportero de The Associated Pres que se encontraba en el lugar cuando llegaban de la zona norte. La mayoría viaja a pie sólo con lo que pueden llevar, muchos con niños en brazos o empujando a familiares mayores en carros.
“Hemos sido expulsados, hemos pasado por una catástrofe. Y quién sabe qué más vendrá”, dijo Kamal Nusseir, un joven de 28 años con sus pertenencias atadas a la espalda.
Su uso de la palabra árabe “nakba”, que literalmente significa “catástrofe”, es una referencia a la expulsión o huida de unos 700.000 palestinos de sus hogares en lo que hoy es Israel durante la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel. Los habitantes de Gaza son refugiados de esa guerra o sus descendientes.
Un mes de guerra ha causado la muerte de más de 10.800 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y menores, según el Ministerio de Salud palestino. Se cree que más de 2.300 personas más quedaron sepultadas por ataques que en algunos casos han demolido manzanas enteras de la ciudad.
Cisjordania, ocupada por Israel, también ha experimentado un aumento de la violencia, y el ejército israelí lleva a cabo redadas frecuentes que a menudo provocan tiroteos. Al menos siete palestinos murieron el jueves durante una redada de una hora en Yenín, según el Ministerio de Salud palestino. El ejército dice que ha intensificado las operaciones para prevenir ataques.
Más de 1.400 personas han muerto en Israel desde el inicio de la guerra, la mayoría de ellos civiles asesinados por Hamás durante su incursión inicial del 7 de octubre. Israel dice que 32 de sus soldados han muerto en Gaza desde que comenzó la ofensiva terrestre.
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Magdy informó desde El Cairo; Chehayeb desde Beirut; Amy Teibel e Isabel DeBre en Jerusalén y Matthew Lee desde Washington.