MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han elevado este lunes a seis los bebés prematuros que han fallecido en el Hospital Al Shifa, el más grande del enclave, a causa de la falta de electricidad por la ofensiva militar lanzada por el Ejército de Israel.
El viceministro de Sanidad gazatí, Yusef abú Rish, ha indicado además que nueve pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos han fallecido a causa de este mismo motivo, en medio de las denuncias contra Israel por sus ataques contra el centro, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
El personal del hospital alertó durante el fin de semana que 39 bebés nacidos de forma prematura se encontraban en riesgo mortal a causa de la falta de electricidad en las incubadoras por los ataques israelíes. Las fuerzas de Israel han rodeado el hospital y dijeron que facilitarían la evacuación de estos bebés, algo que aún no ha tenido lugar.
Por su parte, los trabajadores sanitarios del centro han denunciado que francotiradores israelíes disparan a cualquiera que detecten en las inmediaciones del hospital, donde se refugian unos 14.000 civiles sin suministro de electricidad, agua ni comida. Israel asegura que Hamás usa el hospital para fines militares, algo negado por el grupo y la gestión del centro.
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció el sábado "bombardeos incesantes" contra los hospitales de Gaza y confirmó que el Hospital Al Shifa había sido "alcanzado varias veces, incluidas las unidades de maternidad y consultas externas, con el resultado de múltiples muertos y heridos".
"La situación en Al Shifa es verdaderamente catastrófica. Pedimos al Gobierno israelí que cese este implacable asalto al sistema sanitario de Gaza. Nuestro personal y nuestros pacientes se encuentran en el hospital de Al Shifa, donde los intensos bombardeos no han cesado desde ayer", dijo la coordinadora de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados, Ann Taylor.
La ofensiva fue lanzada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 240 secuestrados. Las autoridades de Gaza elevaron el domingo a 11.180 los muertos, con 3.250 desaparecidos bajo los escombros, 28.200 heridos y 1,5 millones de desplazados, mientras que más de 180 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.