BUENOS AIRES (AP) — Después de 20 años de gobiernos peronistas de centroizquierda, Argentina podría iniciar un nuevo ciclo político si el candidato ultraderechista Javier Milei, un economista sin experiencia política y con propuestas que generan miedo en amplios sectores de la sociedad, se impone en el balotaje del próximo domingo.
Milei, que recuerda a otros líderes disruptivos como Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil, se medirá con el ministro de Economía, Sergio Massa.
El ultraderechista Milei, de La Libertad Avanza, aglutina los votos de los electores que desean un cambio político y económico drástico y están hartos de la inflación del 142% interanual, la inseguridad y la corrupción. De lengua cáustica y temperamento iracundo, no ha ejercido la gestión pública.
Massa, un peronista de perfil moderado que se representa a Unión por la Patria, es un dirigente de larga trayectoria que ha ocupado diferentes cargos públicos y ha sido candidato a presidente en 2015.
De cara al balotaje, varias encuestas muestran un escenario de empate técnico, con una leve ventaja para uno u otro candidato, aunque dentro del margen de error.
A continuación, un vistazo al escenario en el que se desarrollarán el domingo las elecciones presidenciales de Argentina.
El economista ultraliberal, de 53 años, se hizo popular como invitado a programas políticos de televisión en los que denostaba a los políticos tradicionales al considerarlos una “casta” de privilegiados. Hace dos años fundó su partido, La Libertad Avanza, con el cual ganó una banca de diputado en el Congreso en las elecciones de medio término.
Éste es su único antecedente en el sector público, ya que desarrolló su carrera en grandes empresas. En su juventud también fue arquero de un club de fútbol.
Milei plantea un recorte drástico del gasto público, dolarizar la economía —aunque ha dado pocos detalles sobre cómo lo implementará— y cerrar el Banco Central por considerarlo responsable de la emisión monetaria sin freno.
También adelantó que convocará a un plebiscito popular para derogar la ley que legalizó el aborto y desregulará el uso de armas. Ha cuestionado además la política de derechos humanos que ha impulsado juicios contra los represores de la última dictadura militar (1976-1983).
Con una militancia política que inició de muy joven, Massa aspira a la presidencia del país desde hace muchos años, aunque fue candidato por única vez en 2015. Creció en un hogar de clase media en un suburbio de Buenos Aires, se convirtió en abogado, no tardó en llegar a las altas esferas de la política y allí ha permanecido durante más de dos décadas.
Él destaca que tuvo que dejar su posición relativamente cómoda como líder de la Cámara de Diputados para asumir la ingrata tarea de ministro de Economía en un momento en que la inflación se aceleraba sin freno.
De Massa destaca su pragmatismo, sus aceitados lazos con el empresariado y con dirigentes de Estados Unidos. Los observadores le ven como un candidato que cambia de postura con facilidad.
El modelo de asistencia social, que fue uno de los pilares de los gobiernos del peronismo de centroizquierda —Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)—, llegó a un límite en la actual gestión de Alberto Fernández.
La incapacidad del gobierno para domar una inflación que acumula 120% desde principios de año, llevando la pobreza al 40,1% de la población, golpeó con dureza a su base electoral. El presidente Fernández desistió de buscar la reelección, golpeado por las encuestas de opinión.
En ese contexto, el Estado multiplicó el gasto público en subsidios y ayudas sociales agrandando el agujero fiscal, fomentando la emisión monetaria y, por ende, acelerando el alza de precios.
En un año como ministro de Economía, Massa perdió por varios cuerpos contra la inflación, pero sus partidarios sostienen que sin sus gestiones ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la deuda y conseguir oxígeno para las reservas internacionales, el gobierno no se hubiese sostenido.
Desde su creación a mediados de la década de 1940, en el partido fundado por el tres veces presidente Juan Domingo Perón (1946-1952, 1952-1955 y 1973-1974) han convivido corrientes populistas de centroderecha y centroizquierda con distintas visiones sobre la política económica, desde el nacionalismo hasta el liberalismo.
Argentina reportó en octubre una inflación mensual de 8,3%, mientras que la interanual alcanza el 142,7%, agravada por las restricciones en el mercado cambiario, una caída de las reservas y un profundo déficit fiscal.
A ello se suma la pesada carga de la deuda de más de 44.000 millones de dólares con el FMI, que está siendo refinanciada en varias etapas, y la mantenida con los acreedores privados.
El candidato más votado el domingo gana el balotaje y está habilitado para gobernar cuatro años.
Desde la reforma de la Constitución en 1994, que estableció la segunda vuelta en el sistema electoral, el único antecedente de un balotaje fue en las elecciones generales de 2015.
Está previsto que los resultados oficiales se difundan el domingo a partir de las 0000 GMT.