La camarera Brittany Kennedy, de 31 años, pensó que se le habían subido a la cabeza los pocos 'shots' que había hecho cuando vio al animal correteando por el bar, pero aun así consiguió captar el incidente con la cámara.
Muchos de los clientes bromeaban diciendo que el ciervo estaba desesperado por entrar en el bar a tiempo para los últimos pedidos.
Brittany, de Salem (Virginia, EE. UU.), dijo: "Cuando vi por primera vez al ciervo en el bar pensé: 'Joder, ya sé que me he tomado unos chupitos, pero ¿eso es un ciervo?"
La dueña del local asegura que todo el mundo colaboró para sacar al ciervo sano y salvo por la puerta trasera.Y destaca: "Hemos bromeado mucho sobre si el ciervo quería llegar antes de la última llamada o porque realmente quería pedir nuestro famoso fish and chips".