MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Gobierno palestino ha pedido este miércoles a la comunidad internacional imponer "sanciones disuasorias" a Israel para que su Ejército ponga fin a las incursiones en los hospitales de la Franja de Gaza y que cumpla con los "límites" que impone el Derecho Internacional Humanitario y las leyes de la guerra.
El Ministerio de Exteriores palestino ha exigido a través de un comunicado publicado en sus redes sociales "elevar el nivel de las reacciones internacionales" al asalto a hospitales, incluyendo imponer "sanciones internacionales disuasorias al Estado ocupante" o acudir al Tribunal Penal Internacional (TPI) para pedir investigar al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y otros funcionarios israelíes.
"Netanyahu subestima las reacciones internacionales y se jacta de haber asaltado el complejo médico de Al Shifa", indica la cartera ministerial, que considera que esta "invasión (...) pone a prueba la capacidad y la credibilidad" de la comunidad internacional para imponer un alto el fuego.
Asimismo, han reiterado que la entrada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en dicho hospital es una violación "flagrante y atroz" del Derecho Internacional: "Tengan cuidado con el riesgo de que el Ejército de ocupación cree historias engañosas sobre el personal del hospital para distorsionar el servicio humanitario que proporciona", ha manifestado, en referencia a la supuesta colocación de armas en el edificio para demostrar que estaba siendo utilizado por las milicias palestinas.
"Aquellos que rápidamente creyeron las acusaciones israelíes sobre el hospital de Al Shifa están confirmando que el centro sanitario está libre de cualquier toma de rehenes o la utilización con fines militares", ha manifestado el ministerio, que ha criticado a quienes se "empeñan en ignorar los hechos y repetir declaraciones falsas".
El Ejército de Israel comenzó el miércoles una incursión contra el hospital de Al Shifa, el mayor complejo sanitario de la Franja, en una operación que tienen como objetivo destruir un supuesto centro de mando del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) escondido dentro del mismo. Esta mañana, los militares han realizado una nueva entrada en el recinto, asaltando el hospital por las entradas norte y sur con apoyo de tanques y buldóceres.
El Ministerio de Salud del enclave ha denunciado que la sala de radiología --junto a sus correspondientes máquinas de resonancia magnética y de rayos X-- ha quedado destruida y que los militares israelíes han arrestado a trabajadores del hospital.
El asedio del hospital de Al Shifa se inició hace más de cuatro días y ha derivado en el colapso definitivo de la atención médica, después de que el centro haya confirmado que ya ha suspendido sus actividades por falta de suministros. De hecho, según Naciones Unidas, en toda la zona norte de la Franja ya sólo opera un hospital, mientras que el personal del hospital ha comenzado a excavar una fosa común dentro de las instalaciones para enterrar a quienes vayan falleciendo, ante la aparente imposibilidad de abandonar la zona.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU estima que en Al Shifa quedarían al menos 600 pacientes, entre 200 y 500 trabajadores y 1.500 desplazados. Personal del centro ha denunciado un bloqueo por parte de militares y la muerte de pacientes en estos últimos días: serían ya más de 30, entre ellos tres bebés prematuros.
Hamás lanzó el 7 de octubre una ofensiva contra Israel que se cobró la vida de cerca de 1.200 personas y tomó como rehén a otras casi 240. Las FDI, por su parte, lanzaron poco después una cruenta contraofensiva que deja ya más de 11.500 palestinos muertos en la Franja de Gaza.
