QUITO (AP) — La Asamblea Nacional de Ecuador quedó formalmente instalada el viernes, seis meses después de haber sido disuelta por el presidente Guillermo Lasso, quien cesó en sus funciones a los legisladores y acortó su propio mandato para eludir un juicio político que buscaba su destitución.
De inmediato los asambleístas eligieron al nuevo presidente del órgano legislativo, el derechista Henry Kronfle, con 128 de 137 votos posibles.
Kronfle prometió trabajar para que el Congreso contribuya a la gobernabilidad del país, que se ha visto marcado por el incremento de la violencia.
Kronfle, de 51 años y empresario radicado en Guayaquil, fue asambleísta en dos ocasiones, siempre por el Partido Social Cristiano, conservador y de derecha, pero previamente se había desempeñado como dirigente de cámaras de industriales de Ecuador y Latinoamérica.
Fue parte de la Asamblea que fue disuelta por Lasso en mayo de este año. En el Legislativo, al que asistió en pocas ocasiones, el nuevo presidente de los legisladores se presentaba como defensor del libre mercado y los valores familiares, aunque sin pronunciamientos radicales.
Durante seis meses Ecuador no tuvo asambleístas por lo cual la Corte Constitucional tuvo que calificar los proyectos impulsados por el Ejecutivo.
En su discurso de posesión Kronfle dijo que se dio un primer paso de responsabilidad “para generar la gobernabilidad que se quiere anteponiendo las coincidencias y manteniendo las discrepancias”.
Sostuvo la necesidad de construir un mejor país por encima de los intereses partidarios y sumar fuerzas para atender las acuciantes necesidades de los ecuatorianos.
Es necesario, dijo, “dar una dura batalla a la crisis de inseguridad que vivimos... vamos a impulsar la inversión social, vamos a fortalecer el sistema de salud pública”.
En una rueda de prensa posterior, Kronfle dijo que mantuvo en la mañana un diálogo con el presidente electo Daniel Noboa tras considerar que es necesaria una coordinación para viabilizar la agenda que requiere Ecuador.
Los legisladores empezaron la gestión que terminará en mayo de 2025 cuando se completará el periodo interrumpido de Lasso —que al destituir al Legislativo acortó su propio mandato, según marca la ley— y Ecuador volverá a celebrar elecciones generales.
En las inmediaciones de la sede legislativa, en el centro norte de Quito, varias vías fueron cerradas desde temprano como parte de un operativo para facilitar el ingreso peatonal y vehicular, en medio de la expectativa de la población.
El viernes se nombró también a dos vicepresidentes y a los miembros del Consejo Administrativo de la Legislatura que, entre otros temas, establecen las prioridades del organismo. En una sesión posterior se integrarán las 15 comisiones legislativas.
Según un acuerdo previo, los bloques de Revolución Ciudadana (RC) —afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017)—, el PSC y Acción Democrática Nacional (ADN) del presidente electo Noboa, darán los votos para designar todas las autoridades y las comisiones que integran el órgano legislativo.
“Es un acuerdo para instalar la Asamblea Nacional y para avanzar en temas importantes, tanto en el pleno como en las comisiones”, dijo a The Associated Press la legisladora electa por RC, Gissela Garzón.
En un diálogo telefónico la asambleísta aseguró que “los acercamientos que se han hecho con las diferentes fuerzas políticas incluyen una agenda donde la prioridad sea la seguridad, la generación de empleo”, aunque aclaró que “no es un cheque en blanco” para el gobierno entrante.
La Asamblea debe posesionar a Noboa como presidente de Ecuador en un plazo no mayor a 10 días a partir del día de su instalación, acto que está previsto para el 23 de noviembre.
El analista y profesor de la Universidad Andina, Gustavo Isch, explicó a la AP que “los más grandes retos” para esta Asamblea son temas como la violencia desatada por el crimen organizado y la crisis económica.
“Si quiere sintonizar con la ciudadanía, eso significa dejar la rencillas partidistas y la confrontación política intrascendente” y trabajar en temas fundamentales, agregó.
En la nueva Asamblea la fuerza con mayor número de legisladores, pero sin alcanzar la mayoría, es RC con 51 curules, seguida con 26 por Construye, el movimiento que apoyó al candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado el 9 de agosto. La tercera fuerza es el PSC con 18 bancas y ADN tiene 14 legisladores.