MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Fuentes oficiales citadas por el diario 'The Times of Israel' han indicado que los ultraderechistas Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, críticos con la medida, han votado en contra, algo que también ha hecho la ministra de Transportes, Miri Regev, del Likud de Benjamin Netanyahu.
Por su parte, el director para la Franja de Gaza de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Thomas White, ha criticado las "restricciones de las autoridades israelíes" a la entrada de combustible.
"La entrada diaria a través de Rafá hace muy difícil la gestión del combustible", ha apuntado, antes de recalcar que "muchas instalaciones llegarán a niveles críticos a diario". "Nuestra flota de camiones cisternas duplicará el número de entregas a instalaciones críticas", ha asegurado a través de su cuenta en la red social X.
Las autoridades de Israel han rechazado durante más de un mes el permiso de entrega de combustible a Gaza argumentando que podría ser utilizado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), lo que ha ahondado la grave crisis humanitaria desatada por su ofensiva contra la Franja tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista.
Tras permitir una entrega mínima esta semana, durante la jornada del viernes el gabinete de guerra dio permiso de entrada a dos camiones al día, pese a que desde las organizaciones de ayuda humanitaria han advertido de que para paliar las necesidades sería necesario un flujo constante y mayores facilidades a la hora de utilizar el suministro que pueda llegar.
Un primer envío, de 23.000 litros de combustible, estaba destinado a UNRWA, que sólo podía utilizarlo para el repostaje de vehículos para la entrada de ayuda. La organización estima que hacen falta unos 160.000 litros por día para paliar las graves carencias en la Franja.
La decisión desató una serie de críticas internas encabezadas por Ben Gvir y Smotrich, quienes han apostado desde el inicio de la ofensiva por una línea muy dura y han sido criticados también por impulsar las acciones de colonos y las fuerzas de seguridad en Cisjordania, con denuncias sobre desplazamientos forzosos y cerca de 190 muertos desde el 7 de octubre.
Israel lanzó su ofensiva contra el enclave tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados. Las autoridades de la Franja, controlada por el grupo islamista, han denunciado 12.300 muertos, entre ellos más de 5.000 niños, mientras que más de 180 palestinos han muerto a manos de las fuerzas de seguridad de Israel y en ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.